Brisa tenía 13 años. El miércoles pasado a las 15.30 salió de su casa para realizar compras cerca de la estación de trenes de Pilar y no regresó. Su familia denunció su desaparición en la madrugada del jueves, con la esperanza de que se tratara de una travesura adolescente. Al mediodía su abuela recibió un mensaje de su nieta en su cuenta de Facebook que le brindó cierto alivio: “Estoy lejos, no voy a volver, papá no me quiere, me hace cosas”. Sin embargo, no era ella la que le escribió sino su tío, quien intentó desviar la investigación.
La nena fue encontrada asesinada y enterrada en la casa de su familiar, ubicado en la calle Iparraguirre al 700, en el partido bonaerense de Pilar.
En ese lugar hay tres viviendas, de las cuales una era propiedad del tío de la adolescente y hermano de su madre, identificado como Matías Emanuel Méndez, quien ya había declarado en la causa, pero desviando la investigación.
Por este motivo, el fiscal Gonzalo Acosta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la trata de Personas del Departamento Judicial de San Isidro, ordenó un allanamiento con urgencia, del cual participaron efectivos de la Comisaría 2° de Derqui y de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (SUB DDI) Pilar, con la colaboración de perros rastreadores.
Méndez no estaba presente en el momento del procedimiento porque había salido a repartir folletos. A eso de las 18 los agentes divisaron un montículo de tierra en el fondo de la vivienda, donde finalmente encontraron el cadáver de la adolescente enterrado a pocos centímetros de profundidad y envuelto en una sábana, informaron fuentes judiciales.
Según el informe preliminar de autopsia, Brisa fue asfixiada tapándole la boca y la nariz, y presentaba signos de abuso sexual y un fuerte golpe en la cara.
El tío de la víctima fue arrestado como principal sospechoso y será indagado por el fiscal Acosta.
En tanto, la mamá de Brisa pidió que “se haga justicia” y que su hermano “se pudra en la cárcel”. “No tengo palabras y pido justicia para mi hija. Ella había pedido salir para hacer compras y nunca regresó. Todo el barrio la buscaba y las cámaras de seguridad de la zona nunca la vieron salir de la zona. Pido justicia y que se pudra en la cárcel”, aseguró Vanesa Méndez, en declaraciones al canal Crónica TV.
“Es un hijo de puta. Nos dejó totalmente destrozados a todos”, agregó entre lágrimas y desesperación.