El cura párroco Juan Martínez recordó anoche a Candela como "una niña muy viva, muy alegre, llena de vida y de esperanza", y dijo sentirse "destrozado" por la noticia de su asesinato.
Martínez, el cura de la parroquia donde asistía Candela Rodríguez y sus amigos, dijo a TN que "es un momento de llorar, de silencio. No tengo palabras", y señaló que los compañeros de la nena "están muy mal". "Lo primero que les he dicho es que Candela está en el cielo, que está en paz, que tenemos que rezar por la familia, y que tiene que haber justicia, que no es venganza, para que se resuelva (el caso) y que los que han matado a esta niña vayan a la cárcel por muchos años", señaló.
El religioso, quien le tomó la primera comunión a Candela el año pasado, manifestó que "era una niña muy viva, muy alegre, que aparentaba un poco más edad de la que tenía, y como son los niños, llena de vida, de esperanza".
Confesó sentirse "destrozado" por la noticia, que recibió "justo antes de celebrar la misa en la parroquia".