POLICIA
El directivo y su ex mujer declaran en la Fiscala de Vicente Lpez

Para una vecina indiscreta, Antonello "andaba en algo raro"

Vive en la misma cuadra donde estalló la segunda bomba destinada al subgerente de Sistema de Nestlé. Afirmó que los Antonello "son gente muy reservada" y que "se manejaban mucho de noche". También negó que el matrimonio esté separado.

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Ella escuchó la detonación de la segunda bomba que, en el lapso de pocas horas, estalló cerca del subgerente de Sistemas de la empresa Nestlé, Cristian Antonello. Olió la pólvora, sintió miedo, se preocupó y después salió a hablar con la prensa sobre las intimidades de su (ahora) vecino famoso.

En la puerta de su casa de la localidad de Pacheco y ubicada en la misma cuadra que la de Antonello —el hombre al que le enviaron el libro bomba que el miércoles estalló en las manos del gerente de Sistemas de la compañía alimenticia,  Cosme Venezialle— , la mujer no dudó en definir a sus vecinos como "gente muy reservada" ni en afirmar que el hombre a quien persiguen los explosivos "andaba en algo raro".

Mientras Antonello y su supuesta ex pareja declaraban esta tarde en la UFI 1 de Vicente López, a cargo del fiscal John Boyard, la vecina indiscreta negó que se tratara de una relación terminada y aseguró que el hombre vive en la casa.

Respecto a la explosión de ayer, la vecina afirmó ante una decena de cámaras que ella se encontraba con su familia en el interior de su vivienda cuando la escuchó. Fue entonces cuando salió a ver qué había ocurrido y vio los vidrios rotos, consecuencia de la fuerte detonación.

Dijo además que la familia Antonello "se manejaba mucho de noche" y relató que no se los veía demasiado por el barrio. Los dos hijos pequeños que tiene la pareja, dijo, van a la escuela en un ómnibus escolar.

El ejecutivo, de 33 años, ya había concurrido a dar su testimonio en el día de ayer, en relación a la primera de las cartas bombas que explotó en su oficina, pero hoy debió comparecer nuevamente ante la Justicia para relatar los hechos de ayer por la noche, cuando otro dispositivo detonó frente a su casa.