POLICIA
Por homicidio agravado

Perpetua para el asesino del oftalmólogo Roveda

Se trata de Diego Alberto Vega, quien cometió el crimen en junio del año pasado, cuando el médico y su mujer se resistieron a un asalto. También recibieron 15 años de prisión los otros dos acompañantes. La esposa de la víctima se suicidó luego de reconocer al asesino.

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El Tribunal Oral en lo Criminal 17 condenó a prisión perpetua a uno de los tres acusados de haber asesinado el 5 de junio de 2005 al prestigioso oftalmólogo Carlos Roveda, quien se resistió a un asalto a las puertas de su casa del barrio porteño de Villa Crespo.

La pena, dictada por los jueces Alejandro Nocetti Achával, Manuel Gorostiaga y Silvia Arauz en concordancia con lo pedido por el fiscal Juan José Ghirimoldi, recayó en Diego Alberto Vega, reconocido en rueda de presos por la viuda del médico, Silvia García, quien se suicidó tras aportar ese dato fundamental.

La condena se dictó por "homicidio agravado `criminis causa, en concurso real con tentativa de robo agravado por haber sido cometido con armas de fuego" y "robo doblemente agravado por haber sido cometido en poblado y en banda y con armas de fuego, reiterado en tres oportunidades, en concurso real con portación de armas de guerra y de fuego de uso civil".

En tanto, Walter Segundo Altamiranda y Diego Fernando Ortiz, fueron condenados por el tribunal a 15 años de prisión, por "robo doblemente agravado por haber sido cometido en poblado y en banda y con armas de fuego reiterado en tres oportunidades, en concurso real con portación de arma de guerra y de fuego de uso civil".

A lo largo del juicio declararon más de 60 testigos, entre ellos vecinos y parientes de Roveda y su esposa, y los policías que intervinieron en la escena del crimen.

Violento robo. El oftalmólogo, de 57 años, era uno de los especialistas más reconocidos del país, profesor de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología, y director de su propio centro médico en el barrio de Congreso.

El domingo 5 de junio de 2005 por la noche, Vega, Altamiranda y Ortiz lo sorprendieron después de pasar el fin de semana en su casaquinta con su esposa, quisieron asaltarlo, pero el médico ofreció resistencia y recibió dos balazos mortales.

El 13 de julio de ese mismo año, la viuda se suicidó disparándose un tiro en el corazón en la casa que había compartido con su marido, ubicada en la calle Olaya 1225, cinco días después de haber identificado a Vega como uno de los atacantes.

La mujer habría dejado dos cartas explicando los motivos de su decisión: una de ellas para sus familiares y otra de reconocimiento al comisario que investigó el homicidio.