POLICIA

Piden prisión preventiva para el hombre que "lloró como una criatura" por Candela

Lo hizo hoy el fiscal de la causa. Sus familiares cuentan el pasado de Héctor "Topo" Moreyra, el presunto autor intelectual del crimen de la niña de Hurlingham. Fotos. Galería de fotos

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| Diario Libre

Mientras el fiscal Marcelo Tavolaro solicitó la prisión preventiva de Héctor "Topo" Moreyra, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de la niña Candela Rodríguez, su familia habló con el Diario Libre y aseguró que "es un perejil" en la causa.

"Lloró como una criatura cuando apareció muerta Candela", aseguraron sus familiares, pero el fiscal lo procesó como presunto organizador del crimen de la niña de 11 años, al tiempo que pidió hoy la prisión preventiva que ya cumplen otros seis imputados en el caso: Hugo Bermúdez, Gladys Cabrera, Néstor Altamirano, Guillermo López, Fabián Gómez y Fabián Espínola.

En su contra hay tres pruebas: la declaración de un testigo de identidad reservada, la prueba del chip que lo vinculaba a Bermúdez, que se cayó la semana pasada, y la activación del celular de Candela cerca de su domicilio.

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Moreyra, de 47 años, vivía en la casa de sus padres, ubicada en Villa Ballester (San Martín), hasta que fue detenido –por segunda vez– por la policía acusado de ser el autor intelectual del homicidio de Candela Sol Rodríguez (11). El 4 de septiembre fue llevado de la casa de su ex mujer esposado, pero en calidad de testigo.

 

Antes de su estadía en la Unidad 52 de Grand Bourg, Moreyra dormía en un colchón que todavía lo espera detrás del sillón del living de la casa paterna. Sus familiares lo definen como vago –porque no es afecto al trabajo–, pollerudo – "porque siempre volvía a casa con mamá"– y mujeriego –"tiene facha, seducía a las mujeres con el auto y las motos que se compraba y tiene buen chamuyo"–. Además, es padre de dos nenas, de dos meses y 14 años.

 

Desde que lo apresaron por el crimen, su padre Ricardo Moreyra (80) y su mamá Elsia Clelia Alanis de Moreyra (78) no salen de la depresión. "Mi mamá está carne y huesos, y mi papá no habla", dijo Roberto, uno de sus tres hermanos (el mayor falleció hace un año), en diálogo con Libre.

 

El Topo es el menor y "la alegría del hogar". "Le encanta pescar, le decimos ‘el loco del Pejerrey’. Nos gusta ir al segundo puente de Zárate- Brazo Largo", contó Juan, otro de sus hermanos. El presunto autor intelectual del crimen de Candela debe su apodo a sus prominentes orejas y al personaje infantil Topo Gigio. Dicen sus allegados que también lo llaman "Brujo".

 

Terminó la primaria y comenzó a trabajar a los 16 años en un comercio de platería. Luego cumplió la función de acompañante de los choferes en una empresa de materiales con su hermano y Alfredo "Juancho" Rodríguez, el padre de Candela.


Juancho y el Topo se criaron juntos en el barrio. "Él se quedaba en casa a dormir e iban juntos a ver a Boca. El último partido que fueron a ver juntos fue el que salimos campeones de la Libertadores, pero desde hace tres años no se hablan, y ni siquiera conoció a Carola ni a Candela", aseguró Roberto. "No tiene sentido que lo acusen, en todo caso yo debería estar preso porque yo salí diez años con la hermana de Juancho (Verónica). Fue veinte años atrás y tampoco las conocí".

 

Topo declaró hace unos días que era "buchón" de la policía. Hasta el momento de su detención, el gabinete de investigación le había pedido ayuda para atrapar a los responsables.