La ex tenista Gabriela Sabatini “podría estar lavando dinero del producido de sus ganancias durante su campaña deportiva”, a través de un emprendimiento inmobiliario de lujo en la zona de Pilar.
La denuncia, formulada ante el fiscal federal Luis Comparatore y la Unidad de Información Financiera (UIF), fue presentada ayer por Hernán Arbizu, un ex directivo de la banca JP Morgan, reclamado en extradición por “fraude” en los Estados Unidos y autodenunciado ante la Justicia argentina como “integrante de una asociación ilícita dedicada a lavar dinero y evadir impuestos entre otros delitos”.
Arbizu se hizo conocido en la Argentina por sus denuncias, avaladas por el Gobierno, sobre presunto lavado por parte de unos doscientos holdings econonómicos locales, entre ellos el Grupo Clarín.
La nueva maniobra descripta por Arbizu habría sido posible gracias a la supuesta falsificación de una escritura de un campo de unos 300 millones de dólares, propiedad de un ex banquero del Banco General de Negocios (BGN) que está procesado. El BGN era controlado por los hermanos José y Carlos Rohm, ruidosos visitantes de los Tribunales durante los años 90.