Ariel Vilan, gerente de una droguería y vinculado comercialmente con Sebastián Forza, uno de los tres empresarios que aparecieron ejecutados en General Rodríguez, se mató al arrojarse desde el noveno piso de un edificio del barrio porteño de Boedo.
Desesperado, Vilan se lanzó desde el balcón del departamento ubicado en avenida San Juan 4129 alrededor de las 20 de ayer. En el lugar vivían su madre y su hermano. La Policía, que califica al hecho como un suicidio, allana en estos momentos el departamento de la calle Arce al 700, en la zona de Las Cañitas, donde Vilan residía solo.
Versiones surgidas en las últimas horas señalaban a Vilan como supuesto "testaferro" de Forza. Pero la viuda de Forza, Solange Bellone, negó esta noche enfáticamente que el nuevo fallecido fuera "testaferro" de su ex esposo y que ni siquiera lo conocían.
"Que la prensa deje de molestarme a mí y a Sebastián; cómo vamos a tener testaferros si nosotros ponemos el nombre en la empresa...", señaló. Añadió indignada que "no quiero que nos vinculen con gente a quienes ni siquiera conocemos".
Según los voceros,Vilan le habría contado a su hermano que estaba preocupado y habría repetido la frase "yo no tengo nada que ver", en referencia a las hipótesis por los crímenes de Forza (34), Damián Ferrón (37) (comerciantes del rubro medicamentos) y del publicista Leopoldo Bina (35).
Las fuentes policiales explicaron que cerca de las 20 de ayer domingo Vilan estaba con su hermano en el departamento de Boedo, pero cuando éste bajó unos minutos habría aprovechado para arrojarse y cayó sobre la avenida San Juan.
El abogado Miguel Angel Pierri, abogado de las familias de Ferrón y Bina, dijo hoy por Canal 26 que Vilan era una "persona vinculada a Forza, era gerente de una sociedad con pedido de quiebra". También señaló a la prensa que Vilan habría sido "apoderado" de Forza.
En tanto, la familia Ferrón pidió a la Justicia el registro de las llamadas entrantes de los teléfonos de cuatro allegados a Forza, porque sospechan que de allí podrían surgir elementos que permitirían esclarecer el caso.
El pedido fue presentado por el abogado Miguel Angel Pierri ante el juez de instrucción porteño Rodrigo Pagano Mata, a cargo de la investigación por el triple crimen. Pierri confirmó a DyN que asumió también el patrocinio de los padres de Bina y mañana pedirán a la Justicia ser tenidos en cuenta como querellantes en la causa.
"Están absolutamente desconcertados", señaló el abogado, quien señaló que los padres de Bina le confirmaron que el 7 de agosto, por la mañana, su hijo se reunió con Forza en un café situado en la esquina del club Liniers, según les confirmó a ellos uno de los mozos.
En tanto, Bellone formuló el mismo pedido. En caso de ser aceptados podrán solicitar medidas de prueba en la investigación del triple crimen cuyas principales hipótesis apuntan a una venganza vinculada al narcotráfico o a la venta de medicamentos adulterados.
Pierri explicó que solicitó a la Justicia la utilización del sistema Excalibur para rastrear las llamadas entrantes de los teléfonos de José Luis Salerno, dueño de la droguería para la que trabajaba Ferrón, y de otro empleado de la firma.
Otra de las personas para las que pidió el Excalibur es Ibar Esteban Pérez Corradi, titular de un laboratorio mayorista, que sería investigado por la DEA (la fuerza antinarcóticos de los EE.UU.) y habría sido denunciado por Forza por supuesta amenaza.
También se solicitó analizar los llamados a los teléfonos de otra persona supuestamente ligada en forma marginal a los servicios de inteligencia locales y considerado un informante de la DEA, quien también habría amenazado a Forza.
"Pedimos analizar las llamadas entrantes de los días 4, 5, 6 y 7 de agosto, porque el último día, antes del secuestro, el jueves por la tarde, hubo una reunión entre Forza, Ferrón y Bina. Esa reunión se arregla por teléfono y por eso queremos ver qué llamados entrantes hubo", consignó Pierri.
Los empresarios desaparecieron el 7 de agosto último, cuando iban a reunirse por cuestiones comerciales, y aparecieron asesinados a balazos seis días después en General Rodríguez.
Desde el comienzo los investigadores consideraron que la clave del triple crimen está en Forza, y manejan la hipótesis de que sería una venganza ligada con el tráfico de efedrina, sustancia de uso medicinal que también se utiliza como precursor para elaborar drogas de diseño.
Según fuentes de la investigación, quince días antes de los crímenes los tres empresarios se habrían reunido en un café del Unicenter Shopping, en Martínez, con Pérez Corradi.
Pierri también presentó a la especialista en histopatología Andrea Caamaño como perita de parte para el estudio de los protocolos de autopsia, aunque aún deberá ser aceptado por la Justicia. Asimismo, solicitó el secuestro de los videos del peaje de las autopistas Buenos Aires-La Plata, bajada Hudson y Quilmes; y de la Illia, correspondientes al 7 de agosto, entre las 10 y las 19.30.