El cuerpo sin vida de un supuesto “bicichorro” quedó en medio del pavimento. Como su bicicleta cromada, el arma que empuñó, el dinero y las demás pertenencias que supuestamente le robó a una pareja que caminaba por el barrio porteño de Barracas. Como las vainas que despidieron las pistolas automáticas de los policías que lo persiguieron.
Todo ocurrió ayer a las 7.30 de la mañana, una de las más frías del año. Los tiros terminaron con el descanso obligado de los feriados anteriores, y sacaron a la calle a muchos vecinos que despertaron con el fuego cruzado, y las sirenas de los patrulleros y la ambulancia que llegó para certificar la suerte que había corrido ese joven que estaba tirado cerca del cordón.
Ese chico, de unos 25 años, acababa de enfrentarse a tiros con dos policías que intervinieron ante el robo que sufrió una pareja que caminaba por la avenida Montes de Oca y Martín García, en el barrio de Barracas. En su afán por escapar con el botín sacó su arma y comenzó a disparar contra los efectivos de la comisaría 14ª, que segundos antes lo habían observado cuando asaltaba a una pareja.
Según fuentes policiales consultadas, el sospechoso interceptó a sus víctimas y las amenazó con un arma de fuego. Les robó dinero en efectivo. No mucho. Por eso se llevó además distintas pertenencias de valor.
Tiros y muerte. La secuencia fue advertida por dos policías que recorrían la zona, que le dieron la voz de alto. Sin embargo, el autor decidió enfrentarlos. Y a tiros. Así intentó cubrir su escape. Los efectivos repelieron el ataque con mejor puntería. Finalmente, el ladrón recibió un balazo mortal que lo dejó tirado sobre el pavimento.
Pocos minutos después un grupo de paramédicos confirmó lo que todos sospechaban: el joven baleado estaba muerto.
Las fuentes confiaron que las víctimas del robo fueron testigos del enfrentamiento, aunque pudieron refugiarse a tiempo.
La investigación quedó en manos de Gendarmería Nacional Argentina que analizó la escena y realizó los peritajes de rigor en la escena del crimen. Al mismo tiempo los pesquisas comenzaron a analizar las cámaras de seguridad instaladas en la zona para determinar cómo sucedió el robo que provocó el enfrentamiento.
En el lugar se recolectaron diferentes pruebas y se tomaron declaraciones a testigos que en ese momento pasaban por el lugar. También se levantaron al menos seis vainas servidas para su análisis.
El cuerpo del supuesto “bichichorro” fue trasladado a la morgue, donde se le practicó la operación de autopsia. Al cierre de esta edición no había sido identificado.