Mediante un acto en conmemoración a las 29 víctimas fatales que dejó el atentado a la embajada de Israel de 1992, ese país renovó el reclamo de Justicia y pidió a la Argentina y a la comunidad internacional que se unan contra Irán, señalado como responsable de financiar las operaciones terroristas del Hezbollah.
El acto se desarrolló hoy, en la plaza seca que se hizo en Arroyo y Suipacha, donde hasta el 17 de marzo de 1992 funcionó la embajada de Israel, por la actual representante de ese país en la Argentina, Dorit Shavit, y por el director adjunto de la Chancillería de Israel para América Latina y el Caribe, Itzhak Shoham, que viajó para participar de la ceremonia.
Según consignó la agencia DyN, el acto contó con la asistencia de distintas figuras del gobierno y la oposición. El ministro de Justicia, Julio Alak; diputados de la oposición como Hermes Binner y Ernesto Sanz y el rabino y diputado nacional Sergio Bergman, participaron de la conmemoración.
A las 14.50, bajo la consigna "Acá había vida", se escuchó una sirena y se leyeron los nombres de las víctimas, mientras se lanzaban al aire globos rojos por cada una. Después hubo ofrendas florales en nombre de los gobiernos porteño y nacional, de la embajada, de la comunidad judía y de los sobrevivientes, tras lo cual se escucharon los tres discursos principales: del padre de una fallecida, Carlos Susevich; del enviado de Israel y de su embajadora.
Shavit advirtió que "el terrorista va en contra del Corán, la Torah y el Nuevo Testamento" y subrayó que "el Estado de Israel alzará su voz contra los que enarbolan la bandera religiosa del fanatismo" para llevar adelante acciones "beligerantes".
Tras hacer un juego de palabras entre las 22 letras del alfabeto hebreo y los 22 años trascurridos desde el ataque a la embajada, la diplomática advirtió que "toda forma de terrorismo debe ser rechazada", y reclamó tener como ejes los objetivos de "memoria, lucha contra el terrorismo y justicia".
Por su parte, Shoham recordó que tanto en el caso de la embajada como en el ataque a la AMIA, ocurrido dos años después, "la soberanía argentina fue violada". "Argentina e Israel se convirtieron en víctimas del terrorismo criminal -aseguró-. Los ejecutores (de estos atentados) deben comparecer ante la Justicia" pero en muchos casos "circulan libre e impunemente" por el mundo.
Las palabras del diplomático israelí se escucharon apenas un rato antes de que dirigentes de la UCR pidieran en el Congreso la derogación del polémico memorándum firmado en enero del año pasado entre Argentina e Irán para que los sospechosos de haber planificado el ataque a la AMIA prestaran declaración en la causa y se levantaran las órdenes de captura en su contra.
"La Justicia tarda pero llega", afirmó el ministro de Justicia Julio Alak, tras señalar que la investigación está en manos de la Corte Suprema y que confía en que aparezcan elementos para que "el terrible atentado terrorista se esclarezca".
En el acto también habló, en el día de su cumpleaños 90, Carlos Susevich, padre de una de las víctimas, quien ratificó su compromiso en la lucha de una "justicia verdadera y real" que castigue a los ejecutores y encubridores del ataque a la sede diplomática.
"Hoy no es un día de festejo sino de frustración porque a 22 años no hay culpables, detenidos, procesados o condenados para los ejecutores, malditos emisarios de la intolerancia y la muerte, ni para los nefastos socios de la infamia, los encubridores", afirmó.
En esa lista incluyo a "políticos, funcionarios, policías, servicios de inteligencia, funcionarios judiciales y colaboradores locales". Susevich rechazó a los que se acercaron a ellos "buscando rédito político" o "una foto" durante algún aniversario, mientras que destacó la ayuda del Gobierno kirchnerista.
"Una vez más debo decir que a lo largo de estos 22 años solo hemos sido escuchados por el actual Gobierno. Ese apoyo se tradujo con absoluta rapidez en un proyecto de resarcimiento a los familiares de los fallecidos y sobrevivientes, que fue aprobado por el Congreso por unanimidad", concluyó.
