Después de calentarse a fuego lento pero sin pausa, la leche finalmente hirvió. Reunidos anoche en una multitudinaria asamblea en la ciudad santafesina de Rafaela, ubicada a 90 kilómetros de la capital provincial, 550 tamberos de toda la provincia de Santa Fe -entre los que había varias decenas de colegas cordobeses y entrerrianos- decidieron impulsar medidas de fuerza en los próximos días.
Aunque los líderes gremiales no quisieron revelar la modalidad del reclamo, altas fuentes consultadas por Perfil.com indicaron que podrían realizarse bloqueos en las puertas de las principales empresas lácteas, impidiendo la salida de camiones con productos manufacturados.
El sector lácteo es uno de los más golpeados por las constantes e inoportunas intervenciones del Gobierno nacional, que poniendo al frente de los asuntos al secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, sólo generó una profunda distorsión en los precios y el descontento de toda la cuenca láctea del país, que abarca al menos cuatro provincias centrales: Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires.
A la furia natural por el desdén de la presidenta Cristina Fernández, que durante toda la semana golpeó a los productores agropecuarios en sus discursos, a los tamberos se le suma un caso inédito: es el único sector del agro que vio descender a niveles alarmantes los valores de su producción, pues el litro de leche experimentó una baja asombrosa: de valuarse 1,05 cada litro en puerta de tambo durante octubre del 2008, en diciembre las industrias pagaron un promedio de 70 centavos por la misma cantidad de leche cruda, llegando a 55 centavos en algunos casos.
Esta baja fue paulatina en un principio, pero se profundizó exactamente después de que Guillermo Moreno forzara a finales del año pasado un débil acuerdo de precios que volvía a fijar en 1 peso el litro de leche, pero sólo fue firmado por las tres lácteas más cercanas al Gobierno y las pocas gremiales tamberas que el secretario de Comercio logró convencer.
Este acuerdo recibió una adhesión mínima porque los industriales consideraron “incumplible” los términos propuestos por Moreno, que sin embargo insistió con que sea firmado y exhortó su cumplimiento inclusive a aquellas empresas que no habían adherido por mostrarse disconformes.
Las gremiales tamberas respaldaron el proyecto del secretario de Comercio, pero después de la firma y la foto, ninguna de las promesas del documento se cumplieron, y la leche tuvo su precio más bajo del año al mes siguiente. Es por eso que la furia de los productores es doble, pues no sólo los tamberos esperaban un precio mayor que el que estaban cobrando, sino que recibieron liquidaciones donde los valores descendieron del 20 hasta el 50%. Verdaderamente, un caso único.
Es por todo esto que los casi seiscientos tamberos que participaron de la asamblea realizada en el predio de la Sociedad Rural de Rafaela, demostraron su desesperación a la dirigencia de la Mesa Provincial de la Leche de Santa Fe (Meprolsafé). Los dirigentes gremiales, que pocas semanas atrás defendían el acuerdo firmado a final de año junto a Moreno, decidieron acatar el mandato de las bases y crear un Comité de Conflicto que sesionó anoche por primera vez, delineando la logística para, en pocos días, comenzar con las medidas de fuerza.
“ El estado en que estamos es extremo, y no nos quedan alternativas más que el conflicto. Vamos a intentar que se adhieran otras provincias lecheras como Córdoba y Entre Ríos a estas medidas de fuerza”, explicó Juan Imvinkelried, presidente de la Sociedad Rural Rafaela y dueño de su propio tambo, en diálogo exclusivo con Perfil.com, al término del encuentro. “Hoy no existe ningún espacio para realizar una negociación, ya sea por el marco político o por la negativa de las industrias a pagar más, que sabemos que pueden hacerlo. Uno no quiere el conflicto pero llegamos al extremo de lo que podemos tolerar”.
Roberto Socín, presidente de Meprolsafé, aseguró minutos después en conferencia de prensa, que “los tamberos expresaron una total disconformidad con los precios que se están percibiendo, y no hay conformidad con las negociaciones individuales entre las empresas y los productores que remiten. La Comisión de Conflicto se va a encargar de delinear la protesta y va a estudiar las posibilidades. Las acciones a realizar pueden ser muy variadas, pero van a ir de menor a mayor en su intensidad, en la medida que existan nuevos logros, y va a ser estrategia de la comisión la forma en que se realicen y cómo se van a difundir”, explicó el dirigente, sin descartar la posibilidad de que se deje de entregar leche a las usinas.
Perfil.com consultó a uno de los principales miembros de un grupo de tamberos autoconvocados que recientemente bloqueó dos empresas lácteas para protestar por la baja de precios, e informó que la idea de bloquear nuevamente las usinas lácteas es la que más adhesión genera. Esto es lo que se llama un lock out, es decir, permitir el ingreso de camiones con leche cruda, pero impedir la salida de transportes con productos lácteos terminados. No es la primera vez que los tamberos realizan acciones d este tipo, pues es la alternativa más lógica para no llegar al caso extremo: tirar la leche.
También Socín indicó que las decisiones del Comité de Conflicto estarán sujetas a las medidas de fuerza que se realice en el sector agropecuario en otras zonas del país, en referencia a la manifestación que realizará la Mesa de Enlace en caso de no ser convocada por el Gobierno nacional en los próximos días.
(*) especial para Perfil.com