Daniel Paskvan está enojado hace más de 30 años. Y una razón tiene. La última dictadura militar le arrebató a su padre y toda su familia sus empresas avícolas en Santa Fe y Buenos Aires. Y quien se habría quedado con las mismas fueron Héctor Francisco “Paco” Capozzolo y su hijo Enrique Capozzolo, ex suegro y ex marido de Graciela Alfano. Con todos estos antecedentes, Paskvan llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que tomó su caso y lo notificó al país.
La pesadilla para la familia Paskvan comenzó el 16 de mayo de 1980 cuando los militares entraron a la fábrica de alimento para mascotas de la localidad bonaerense de Roque Pérez, propiedad de los Paskvan. Además tenían las acciones de la empresa Integraciones Avícolas Santafesinas SA en el Banco Torquinst, propiedad de los Capozzolo, quienes se las apropiaron, según informó Tiempo Argentino.
"Los militares tomaron todo y decidieron que había nuevos dueños. Por suerte no estábamos en la empresa en ese momento, los testigos contaron que vinieron a matarnos", cuenta Paskvan a Perfil.com y aclara que ellos no tenían ningún vínculo con la izquierda ni eran militantes: "Simplemente se quedaban con empresas familiares, ese era su modo de actuar. No pagaron ni un dólar por quedársela".
Paskvan logró, en 1987, recuperar la empresa bonaerense San Roque SCA. Ni bien tomó el control le empezaron a caer los pedidos de quiebra por deudas que habían generado los apropiadores. "En el caso de Roque Pérez y de Lobos, yo era socio solidario entonees respondía con todos mis bienes. Los tipos compraban soja, hacían el alimento y lo pasaban a otra empresa. La endeudaban y yo tenia que pagar", explicó el empresario.
Relaciones peligrosas. Según Paskvan, los Capozzolo "tenían una muy buena relación con (Albano) Harguindeguy. Ese contacto fue clave para lo que hicieron". El empresario denunció, y quedó registrado en la Justicia, que luego "Paco" Capozzolo le dejó la fábrica de alimentos a su hijo, Enrique, quien luego estuvo casado con Alfano, ahora en el ojo de la tormenta por su relación con Eduardo Massera y una supuesta apropiación de bienes de desaparecidos.
A partir de la sentencia que reconoció la apropiación de su empresa, Paskvan decidió demandar a la provincia de Buenos Aires para recuperar el dinero perdido por los siete años de ocupación. Y la Justicia en 2004 le dio la razón. Pero "el fiscal de Estado, Ricardo Szelagowski, siempre frenó todo". Cansado de esto, en 2006, Paskvan recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, representado por el abogado constitucionalista Daniel Sabsay.
Hace muy poco, el 18 de agosto de este año, fue aceptado el trámite de su petición. La Corte notificó a la Argentina para que presente las observaciones por las violaciones a los derechos a la integridad personal, a las garantías judiciales, a la protección de la honra y de la dignidad, a la propiedad privada, a la circulación y residencia, a la protección judicial y al daño al proyecto de vida. El país tiene 60 días para hacerlo. Este portal intentó hablar con Enrique Capozzolo, pero estaba de viaje.