La Cámara de Casación Penal bonaerense dispuso que en el caso del padre Julio Grassi se tenga por particular damnificado a Gabriel, el joven que denunciara abusos sexuales por parte del cura al comienzo de la investigación.
Según el actual abogado del joven, Eduardo Valdés, con este fallo "se cae el endeble argumento sostenido por la defensa del cura respecto a que la víctima se había arrepentido y había desistido de la acusación", lo que "precisamente era lo que trataba de hacer creer la defensa de Grassi, no tan solo en el expediente sino también a la opinión publica".
Tras presentarse el 24 de Noviembre del 2005 ante el Tribunal 4 de Morón al solo fin de revocar la designación del abogado que inicialmente se le designara, Juan Pablo Gallego, Gabriel había quedado totalmente al margen de la causa, ya que en teoría solamente podía presentarse bajo la representación de su letrado.
Por ello, al renunciar el joven a seguir siendo representado por Gallego, la Cámara de Garantías en lo Penal de Morón interpretó una renuncia de Gabriel a aparecer como particular damnificado, lo que no era realmente la intención de la supuesta víctima de Grassi.
Ante ello, Gabriel y su nuevo letrado decidieron interponer un recurso ante el tribunal de casación argumentando que tal resolución era "arbitraria", por haber prevalecido un apego excesivo a la norma procesal en detrimento del derecho de fondo de la víctima de constituirse en denunciante.
Al hacer lugar por unanimidad a dicho reclamo, la Cámara dispuso según el abogado querellante “la incorporación plena de Gabriel al proceso, revocando la resolución impugnada por los mismos argumentos expuestos por la querella y anulando todos los actos procesales realizados sin su participación".
Valdés finalizó diciendo que "hoy podemos decir que la víctima esta adentro del expediente en carácter de particular damnificado y como tal podrá ejercer los derechos que le corresponden".
Fuente: Télam