Casa tomada
Que las colegas movileras de Agustina Kämpfer y las seguidoras de Facebook de Amado Boudou lo tachen de sus respectivas listas de solteros porque el ministro dio un paso más en la relación con la periodista de C5N: aceptó la convivencia. Esta semana, ella se mudó al departamento que “Aimé” tiene en Puerto Madero; ella no sólo llevó elementos personales como ropa y libros sino también algunos muebles. Y de paso, no se sabe si a causa del estrés de la mudanza o para acompañar al ministro, Agustina se tomó vacaciones para descansar en Córdoba.
Sólo para hombres: festejo por partida doble en el Bajo Flores
Si Roberto y Mario Guerrieri desean reivindicar la condición machista y misógina de su conocida Casa Castañón deberán modificar la estrategia. Una bella dama rubia fue convocada para oficiar de recepcionista y por la cantidad de elogios que cosechó, cubrió muy dignamente el cupo femenino en una reunión de 150 amigos en el famoso reducto del Bajo Flores. No se habló de otro tema que no fuera la belleza femenina. Al menos, durante la recepción, donde los que convocaban al festejo de sus cumpleaños, Ignacio Gutiérrez Zaldívar (58) y Juan Carlos Bagó (69), recibían a sus invitados entre copas de champán, calentitos y unos interesantes mini brochettes de pollo. Uno de los primeros en llegar fue el ex suegro de Diego Maradona, “Coco” Villafañe, a quien su puntualidad lo llevó a entablar tempranero diálogo con el jockey Edwin Talaverano y con algunos cuidadores de caballos, también presentes en el convite. Extraño fue ver en soledad al siempre bien acompañado Cristiano Rattazzi, infaltable en la celebración de dos compinches que desde hace una década no sólo festejan su cumpleaños en el mismo lugar sino que además comparten alegrías por los triunfos de sus caballos de carrera. Un festejo que también tiene fijo el menú: un pantagruélico asado que esta vez fue antecedido por un soberbio chorizo a la pomarola que no tenía desperdicio. En una de las mesas se reveló el secreto de su preparación; una cocción de varias horas en un consomé de vino blanco, tomates y cebollas. Un manjar no apto para portadores de estómagos sensibles, aunque para que también pudieran disfrutarlo ellos, Bagó repartió entre las mesas uno de sus caballitos de batalla como es el Bagóhepat. De esta atención se reían en una de las mesas principales ocupada, entre otros, por Eduardo Menem, Luciano Miguens, Bruno Quintana –que fumaba sus clásicos habanos– y Rafael Estrella, fascinado con el lomito de cerdo y luego con el clásico pan dulce que paladeó entusiasmado a la hora del brindis. No faltaron homenajes a dos amigos como eran Alberto Mosquera Montaña y Félix Luna. Guillermo Alchourón y Jorge Asís cruzaron comentarios pero casi ni hablaron de política. Animado grupo de golfistas llegó de Córdoba y mientras esbozaban quejas por la falta de agua en esa provincia, los financistas Adolfo Bullrich y Luis Ribaya, del Banco Galicia, comentaban el futuro económico del país y las idas y vueltas con el FMI. A Carlos Avila le llovieron bromas, en relación a los recuerdos que tendrán los espías luego de pincharle el teléfono durante dos años. Y a Fabián Falco, lo que le llovieron fueron saludos solidarios por lo que muchos entienden como una campaña en contra suyo y del periodista Carlos Pagni. A Bagó lo acompañaba su hijo Juan pablo, que hoy es el CEO del laboratorio, y a Nacho, sus hijos varones Marcos e Ignacio, su hermano Ramón y sus sobrinos Alfonso y Pablo. Hubo agradecimientos por los vinos para Carlos López y Julio Viola, por el Chateau Montchenot y el Reserva Especial de Bodega del Fin del Mundo, respectivamente. Atento observador, uno de los invitados estimó la faena etílica en 250 botellas.
Casting
Tan entusiasmado está Mariano Recalde al frente de Aerolíneas Argentinas que, al parecer, hasta se toma las molestias de hacer en persona los casting de azafatas. Al menos eso pensaron quienes lo vieron en conocido bar palermitano sentado frente al ventanal en una mesa por la que desfilaron tres bellas, jóvenes y esbeltas mujeres en cuestión de minutos. Según comentaron testigos, con cerveza y jugos frutales de por medio, Recalde pasó una noche primaveral a puro brindis.
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