El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó hoy que al Gobierno "no se le pasa por la cabeza" suspender el acto de mañana en Plaza de Mayo, y volvió a reclamar al campo que levante las medidas de fuerza, al responsabilizar al sector del "desabastecimiento" y el "aumento de precios" que "le complican la vida a la gente".
Por otra parte, Fernández tomó distancia de Luis D'Elía, al señalar que el dirigente piquetero "habla por él" cuando denuncia al ex presidente Eduardo Duhalde de encabezar " un golpe de Estado económico y civil" o de armarse en defensa de la Patria.
El jefe de Gabinete aclaró que la de D'Elía "no es la opinión del Gobierno", aunque no dejó de advertir que "hay claramente una acción muy cuidadosa tendiente a desestabilizar, a poner en duda la funcionalidad de un gobierno que hace seis meses ganó con 45 por ciento de los votos".
Asimismo, Fernández advirtió que "no parece razonable" las manifestaciones de apoyo al campo que ayer se multiplicaron en distintos puntos del país, con cacerolazos incluidos, e insistió en considerar esas expresiones como "desestabilizantes".
"No parece razonable que cuando hay una medida que no les gusta, salgan a la calle con mensajes altisonantes como que 'se vayan (los gobernantes)' o que 'termine la patria montonera'", se quejó, en declaraciones a radio América.
En cuanto a la convocatoria oficialista de mañana en Plaza de Mayo, Fernández analizó que "es la expresión de otros, ni mejores ni peores, otros. Otros que no tienen la misma visión de los que ayer salieron a insultar, de los que fueron a las casas de los intendentes a insultarlos".
Consultado sobre las voces del justicialismo que reclamaron públicamente que se suspenda la movilización oficialista de mañana, el jefe de Gabinete resaltó: "No escuché a ningún dirigente del PJ que pida que el acto no se haga". El funcionario insistió en pedirle al campo que levante el paro: "Hay que terminar con las medidas de fuerza, categóricamente. Nosotros estamos preservando la institucionalidad de la Argentina".
Al acusar a los productores agropecuarios de utilizar un "mecanismo persecutorio", mencionó que "lo que le pasó al intendente de Bragado, de Chacabuco, de San Pedro, de Luján, lo que le pasó a Agustín Rossi en Rosario, viene de parte de quienes dicen querer el diálogo y no paran de agredir a los que no piensan como ellos".
" Nosotros la posibilidad de dialogar siempre la mantuvimos en pie. El problema es que el diálogo que se propone es retrotraer la situación al 10 de marzo. Hay un reclamo de intereses, no quieren pagar más retenciones que las pagaban y atrás de eso se montó una oposición totalmente incapaz de proponer una alternativa y sectores que juegan a la desestabilización", finalizó.
Fuente: DyN