Aunque quiso ponerle paños fríos al asunto, Alberto Fernández continuó con su prédica contra los porteños y pidió que los habitantes de la ciudad de Buenos Aires se sumen a “un proyecto integral de país”. En cuanto a la transición hacia el gobierno de la electa Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete desmintió versiones que hacían referencia a una reforma impositiva durante este período.
Fernández consideró que los porteños " siempre han votado con lógicas distintas” al resto de la Argentina y pidió que "alguna vez la ciudad de Buenos Aires se sume a un proyecto integral de país".
En alusión a sus polémicas declaraciones de ayer, el funcionario quiso bajarle un poco el tono a la discusión: "Hice un análisis de ese tipo y al día siguiente aparecí como que hubiera maltratado a los porteños, de los que yo soy parte además.”
“Yo no me segrego. Amo a esta ciudad, soy auténticamente porteño, estoy orgulloso de ser porteño", enfatizó el jefe de Gabinete, quien hizo referencia a la ya clásica “soberbia” de los habitantes de la Ciudad.
"Algunos argumentan tiene que ver con lo presuntuoso de la Ciudad, con las características de los porteños, a los que algunos llaman soberbios", opinó Fernández en declaraciones a Radio 10.
Luego, citó un reportaje al dirigente porteño Juan Manuel Abal Medina, en donde se hizo referencia a que los capitalinos "somos reconocidos en América Latina como los mayores soberbios".
Por otro lado, afirmó que en el gobierno del presidente Néstor Kirchner seguirán trabajando "con la lógica de mantener y preservar el superávit fiscal" y calificó de "especulación periodística" las versiones sobre modificaciones en materia impositiva durante la transición hacia la gestión de Cristina.
Fernández sostuvo que "al hacer análisis de la realidad, muchos suponen que hay cierto trabajo que tiene que hacer este gobierno para despejar el trabajo del gobierno que viene".
Consultado sobre la atención dedicada a la prensa por parte de la presidenta electa en materia de reportajes, en los dos días previos a las elecciones, explicó que se trató de un "aspecto estratégico" de la campaña electoral, ya que se consideró que "era mejor esperar al final".
Fuente: Télam