El área de Seguridad del Gobierno nacional analiza sumar vigilancia a la oficina que se ocupa de hacer las pesquisas por la muerte de Alberto Nisman, quien fue hallado sin vida en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015, días después de presentar su denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La evaluación comenzó a partir de un informe de Gendarmería Nacional, que dio cuenta de una serie de fallas de seguridad que presenta la oficina ubicada en Avenida de Mayo 179, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Autoridades de la cartera que conduce Patricia Bullrich, y de la Procuración General, mantuvieron una serie de encuentros en los últimos días con el objetivo de reforzar la seguridad de la fiscalía a cargo de Eduardo Taiano.
"Nos han pedido reforzar la seguridad de esa fiscalía, lo cual está siendo evaluado. También está en estudio el tema edilicio", sostuvo una fuente oficial respecto de las características del edificio en el cual se encuentra ubicada la oficina.
El informe elaborado por la Gendarmería detalló que el edificio en el que se encuentra la fiscalía -en un segundo piso- no cuenta con sistema de alarmas ni con cámaras de seguridad, y que las ventanas de la oficina, que dan al frente y al contrafrente, son vulnerables.
Por otra parte, el fiscal Taiano solicitó que la Dirección de Captación de Comunicaciones que depende de la Corte Suprema de Justicia intervenga en el entrecruzamiento de llamadas de las líneas de Nisman, su asesor informático Diego Lagomarsino y los custodios del fiscal.
En rigor, el fiscal pidió que la Dirección de Captación trabaje en conjunto con la Gendarmería, la fuerza a la cual le había sido encargado el informe de las llamadas realizadas entre esos teléfonos entre el 12 y el 19 de enero de 2015.