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Algunos sindicalistas debaten si el crimen de José Ignacio Rucci debe considerarse de “lesa humanidad”

Para algunos gremialistas, es una herida abierta que debe investigarse. El lunes, un trabajo periodístico revelará el operativo detrás de esa muerte.

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| Cedoc

“¡Rucci, traidor! ¡A vos te va a pasar lo que le pasó a Vandor!”. A José Ignacio Rucci le retumbaron los oídos. Fue hace exactamente 35 años, en la puerta de la Confederación General del Trabajo (CGT), mientras Juan Domingo Perón realizaba su último acto de campaña electoral, antes de ser elegido presidente por tercera vez. Casi un mes después, el 23 de septiembre de 1973, Perón ganó las elecciones. Dos días después Rucci fue asesinado. De acuerdo con la última investigación relatada en Operación Traviata, ¿quién mató a Rucci?, del periodista Ceferino Reato, el ataque fue realizado por un pelotón de Montoneros encabezado por Julio Iván Roqué, un pedagogo cordobés conocido como “Lino”.

Para el sindicalismo peronista, la muerte de Rucci es una herida abierta. Algunos jefes sindicales incluso se animan a reclamar que se lo considere “ delito de lesa humanidad”, con el fin de que no prescriba. “El ámbito adecuado para hacer ese planteo es en el Partido Justicialista”, admitió a PERFIL el dirigente Omar Viviani (taxistas), quien integra el reestructurado pejota, presidido por Néstor Kirchner.

Viviani, aliado de Hugo Moyano, cree que “la foto histórica de Rucci con el paraguas negro cubriendo al General, tiene una lectura más profunda: Perón estaba resguardado por el movimiento obrero”, dijo a PERFIL. “Así como se investigan otros tipos de crímenes de lesa humanidad, el asesinato de Rucci fue de lesa humanidad, y siempre reclamamos que se investigue. Pero lamentablemente, hay muchos que no se quieren hacer cargo”, agrega el secretario gremial de la CGT, quien afirma que en la Central la postura sobre el asesinato del líder “es totalmente homogénea”. “Cuando mataron a José no sólo quisieron hacerle un gran daño a Perón, también quisieron borrar la estructura sindical peronista y vertical. Es más profundo que una venganza”, asegura Viviani.

En la CGT paralela, el gastronómico Luis Barrionuevo, dispara: “ Los montoneros, a quienes repudiamos toda la vida, lo hicieron en contra de Perón. Fue una venganza, por la Masacre de Ezeiza. No tenga duda de que encuadra en el delito de lesa humanidad. Si hay Justicia, que haya para todos. Las muertes son muertes, hablamos de abuso o mayor grado de responsabilidad para aquellos que ostentan uniforme, pero no se puede asesinar por asesinar. No hay voluntad de investigarlo. El Gobierno debería incentivar a que se investigue a todos por igual”.

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