Los alumnos de los colegios porteños que protestan contra el posible cambio de currícula y el cierre del turno noche que propone el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, continúan con las tomas de edificios, que ya llevan 10 días y se extendieron a 30 escuelas, y reclaman dialogar con los funcionarios municipales.
Unos tres mil estudiantes, padres y docentes se movilizaron para reclamar una reunión con el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, para que los incluya en las rondas de debate, pero el funcionario reiteró que mantendrá el diálogo con supervisores y directivos de escuelas y adultos especializados.
"El Gobierno de Macri está buscando una reforma que destruye las orientaciones de las técnicas, en acuerdo con la ley de Educación Nacional que aprobó el kirchnerismo en 2006", denunció a DyN Alejandro Lipcovich, presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
Por su parte, Bullrich protestó porque el gobierno nacional no se pronuncia sobre el conflicto porque busca "la diferencia política". "El Ministerio de Educación de la Nación, que impulsa esta reforma curricular, no se pronuncia al respecto porque se busca la diferencia política, hay que decirlo", sostuvo el ministro en un comunicado.
"Pareciera que el problema lo tienen ahora Mauricio Macri y Esteban Bullrich, pero no se dan cuenta que el problema lo tiene la educación. Hoy en la Argentina el 50% de los estudiantes secundarios no termina la escuela y del 50% que termina la mitad no comprende textos, o sea, que sólo 1 de cada 4 pibes a los 18 años comprende textos en la Argentina", agregó.
"Cuando en 2010 las escuelas fueron tomadas, al año siguiente todas las escuelas perdieron matrícula. Como dice Mauricio Macri, la escuela pública se defiende abriéndola, poniéndole inglés desde primer grado, la computadora por alumno, invirtiendo en infraestructura escolar. Se la defiende de otra manera", concluyó Bullrich.