El Tribunal Oral Federal Nº 2, que tramita el juicio por encubrimiento en la investigación de la causa AMIA, aceptó sumar al expediente un cable diplomático argentino de 1994 que vincula al Estado de Israel con las acciones del
presidente Carlos Menem que están siendo juzgadas por el tribunal. Los jueces dieron lugar a un requerimiento realizado por el abogado de
Memoria Activa y secundado por otras organizaciones querellantes.
La medida coincide con las reiteradas apreciaciones de Cristina Kirchner sobre interferencias de “potencias extranjeras” en la investigación.
Fuentes diplomáticas israelíes recordaron que es un cable entre diplomáticos argentinos y “lejos de inferencias conspirativas y mal intencionadas, que funcionarios de ambos gobiernos se hayan reunido luego de una tragedia de tales dimensiones es un hecho de naturaleza obvia”.
El documento había sido revelado por el periodista Horacio Verbitsky en 2004, y fue hace dos semanas difundido por C5N. El cable fue firmado por quien era en ese entonces el embajador argentino en Israel, José María Valentín Otegui, y tenía como destino la Cancillería argentina. Fue enviado con carácter de “muy urgente” el 19 de julio de 1994, un día después del atentado.
Otegui advertía que un avión israelí llevaba al subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería de ese país, Dov Schmorak, quien falleció en abril, y entre 1980 y 1985 había sido embajador en Buenos Aires.
El diplomático lo describe como un hombre de estrecha confianza del primer ministro Rabin” y destaca que “para el gobierno israelí es importante coordinar con el nuestro versión coincidente del atentado –principalmente por impacto tendrá manera de presentar la cuestión ante opinión pública israelí– ” (sic).