Considerando que "la pena de muerte constituye, en todas las circunstancias, la máxima violación al derecho a la vida y el castigo más extremo, más cruel, inhumano y degradante", Amnistía Internacional hizo conocer su "enorme satisfacción" por la derogación del Código de Justicia Militar aprobada por el Senado.
"Con este paso, y una vez que la Presidencia de la Nación promulgue lo resuelto por el Senado, Argentina se convertirá en un país totalmente abolicionista de la pena de muerte, lo que supone un importante avance en materia de derechos humanos", indicó Rafael Barca, director ejecutivo de la filiar argentino de Amnistía Internacional.
"Con esta acción Argentina se coloca entre los países que han eliminado esta práctica en su totalidad y se corrobora, una vez más, que el mundo está dando la espalda a los homicidios judiciales ordenados por el Estado. Desde 1979, más de 70 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos o para delitos comunes. Más de 130 países han abandonado la pena capital, por ley o en la práctica, y sólo unos pocos gobiernos siguen llevando a cabo ejecuciones año tras año", señaló Aministía.