“Lo de Héctor Febres no fue suicidio sino asesinato”, disparó el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, quien no dudó en señalar que al ex prefecto durante la última dictadura militar lo mataron mientras estaba detenido en la delegación Delta de la Prefectura Naval de Tigre.
En ese sentido, Fernández sostuvo que es necesario “seguir investigando y buscar la verdad” sobre la muerte de Febres, quien apareció muerto en su celda cuatro días antes de que la Justicia determinara si era culpable de delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionaba en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Fernández criticó el alojamiento del represor porque "las fuerzas de seguridad no son para tener detenidos ni su personal está capacitado para ello", al tiempo que agregó que uno de sus primeros pedidos cuando asumió en 2004 como ministro del Interior fue que se traslade a los detenidos en poder de las fuerzas de seguridad: "No debemos tener detenidos", afirmó.
El ministro de Justicia y Seguridad también lamentó la muerte de Febres (por ingestión de cianuro, según la autopsia) porque "podría haber aportado muchos datos esclarecedores respecto de quienes estuvieron involucrados con el secuestro o apropiación de chicos" durante la dictadura.
Fuente: Télam