POLITICA
Interna caliente

Año electoral: se largó la pelea por el control del Banco Ciudad

Es el segundo banco estatal más importante del país. En el directorio están las representaciones políticas que se disputarán la ciudad el próximo año. En medio de ellos, el yabranismo residual .

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La pelea por la entidad que maneja ms de 10 mil millones de pesos. | Cedoc.
La misma interna que se disputa en la Capital Federal para sentarse en el viejo sillón de intendente, se desató en el Banco Ciudad. La madre de todas batallas tiene el cartelito de la Gerencia General, un cargo clave para el control del segundo banco público más importante del país.

Marcelo Pose es el hombre en cuestión: ingresó en el Ciudad en 1997 durante la gestión del radical Horacio Chighizola, pero fue con el ibarrista Eduardo Hecker como presidente cuando llegó a la gerencia.

Al menos tres fuentes del Banco consultadas por perfil.com aseguraron que el gobierno de la Ciudad busca tener el control total de la entidad y para eso necesita quitarse de encima a Pose. El nombre ya lo tiene en carpeta: Víctor Bescos, actual gerente de Sucursales del Banco, ex director del Banco Central, vicepresidente de Bice y, además, ex hombre de Ecolatina, consultora fundada por el ex ministro y virtual candidato presidencial Roberto Lavagna.

Sin embargo, allegados al ex secretario de Finanzas y actual ministro de Economía de Jorge Telerman, Guillermo Nielsen, sostuvieron que “hoy por hoy son los hombres del ex gerente Jorge Mauro (ligado al yabranismo residual) los interesados en la posición de Pose”, y explicaron que existen operaciones del maurismo para inducir a la gente de Nielsen a “cargarse” al gerente general.

Desde el Ministerio de Economía porteño negaron enfáticamente que por ahora vayan a propiciar cambios en la gerencia general e incluso se animaron a disparar contra el ibarrismo, acusándolo de operar detrás de la supuesta maniobra: “Una estudiantina más de ex egresados del Nacional Buenos Aires”, soltó un funcionario con sarcasmo.

En ese sentido, otra fuente muy importante del Banco sostuvo que Pose en realidad responde a un hombre bastante conocido en la Ciudad: Pablo Maggioli, ex vicepresidente de la entidad, quien fue denunciado en su momento por los familiares de las víctimas de Cromañón por la supuesta comprar de votos en la Legislatura porteña a favor de Aníbal Ibarra. “Maggioli era el verdadero dueño del Ciudad, era el que manejaba el Banco a través de la línea”, asegura. Y explica que “en realidad la pelea por el gerente es para sacarle el control a Maggioli, monje negro de Ibarra”.

Maggioli debió irse después de la denuncia, no sin antes intentar una resistencia. “Ese fue el principal cortocircuito entre Jorge (Telerman) y Eduardo (Hecker), cuando le pidió que le quite a Maggioli el control del banco”.

Cuando Hecker designó a Pose en la gerencia comenzaron a llover denuncias sobre el hombre que hoy es eje de la guerra. La primera, acusaba a Pose de ser cotitular de una caja de seguridad con una ex directora, Mónica Almada, conocida por haber saltado el corralito bancario en el 2001. La segunda era más abstracta: no tener experiencia en bancos. “En el sumario por lo de Almada no había nada sobre él, por lo que la denuncia se cayó por completo", explican. La cuestión de la experiencia es un ítem más vacuo, dice una fuente de la gestión anterior: “Hecker tenía dos subgerentes, uno era (Jorge) Caracoche, que en el medio tuvo un problema cardíaco, el otro era Pose. Lo único que hizo fue elegirlo para reemplazar a un tipo que estaba hace 20 años en el cargo”. Y la tercera tiene que ver con la adquisición de un software para el banco, que, según afirman diversas fuentes, violó la letra de los pliegos y actualmente todavía no funciona (ver nota relacionada).

A Pose lo aprobó el directorio del Ciudad y el Banco Central. Las denuncias –todas- provenían del sector que responde a Mauro, hombre fuerte dentro de la institución hasta 1991, de comprobado vínculo con Alfredo Yabrán y Mauricio Macri. El “maurismo”, ese fantasma que revuela el Ciudad, tiene aún hoy sus representantes. Tres fuentes de “adentro del banco” consultadas por perfil.com, sindican a Luis Martínez, subgerente de Recursos Humanos, como el hombre ligado a ese sector y de fluidas relaciones con Juan José Zanola, eterno líder del gremio bancario.

Con Nielsen como ministro, Julio Macchi -ex Hipotecario y Bolsa de Comercio- se hizo cargo de la presidencia. Ernesto Selzer es su vice y hasta allí llegó de la mano del todopoderoso Julio De Vido, quien así puso su pata en el Banco. El directorio es bien heterogéneo: Marcelo Álvarez (kirchnerista), Gloria Fogel (nielsenista), Gladis González (macrista), Marcelo Griffi (telermista), Rubén Lo Vuolo (ARI) y Osvaldo Cortesi (radical, cercano a López Murphy, que hoy respondería a Nielsen).

Aunque desde el gobierno de la Ciudad lo niegan, con los cambios, a algunos se les apareció el fantasma de la privatización: “Nadie olvida que Nielsen alguna vez recomendó el ingreso de capitales privados mediante la colocación de bonos en la Bolsa”, dicen.

Pero la fortaleza del Banco es muy tentadora: más de 9.000 millones de pesos en activos, sumados a los enormes negocios del Grupo Banco Ciudad (ver nota relacionada) pueden ser vitales para alguien que esté pensando en el armado político de 2007.