Los medios del empresario Cristóbal López serán sometidos a una reorganización interna y no se descarta que eso implique la llegada de nuevos inversores al canal y las radios. Su socio Fabián de Sousa –que además es director de C5N y Radio 10, entre otras emisoras– confirmó, sin embargo, que no hay negociaciones en marcha para vender el grupo. “No hay nada”, aclaró a PERFIL. Dentro de Indalo aseguraron a este diario que esos cambios no significarán “bajo ningún punto de vista” una modificación de la línea editorial de C5N ni de Radio 10, los dos medios más potentes del Grupo.
Clarín publicó ayer que López le vendería sus medios al grupo de la familia Terranova, de Mendoza, dueños de la empresa de publicidad en vía pública más grande de Argentina y propietarios de la web MDZ Online. Los Terranova (el más famoso es Orly, el piloto de rally) son muy allegados al oficialismo mendocino y al gobierno nacional. Un dato sugestivo es que ni en Indalo ni en Mendoza negaron las conversaciones, aunque tampoco las confirmaron.
Ayer, en medio de las versiones y de reuniones tanto en Buenos Aires como en Mendoza, Orly Terranova le dijo a PERFIL que no iba a hacer ningún comentario sobre el tema. No rechazó ni confirmó ninguna versión. Según reconstruyó este diario, negociaciones hay, pero no para una venta total de los medios ni un giro drástico en la composición de Indalo.
La versión más extendida es que desde hace tiempo Cristóbal López busca inversores porque sostener el emporio mediático es muy costoso. En paralelo, hay otros factores que podrían incidir en el interés de López de hacer entrar nuevos capitalistas al Grupo. Uno de ellos es la presión de la Casa Rosada. El macrismo no ve con buenos ojos al Grupo Indalo porque piensa que es una herramienta muy poderosa que está a la orden de la ex presidenta Cristina Kirchner. Diferentes actores ligados al Gobierno han acercado nombres de potenciales compradores del grupo de medios más opositor. Una señal de que López quiere quitarse un poco de esa presión de encima fue su decisión de vender su participación en las empresas de juego de azar de todo el país, aunque la operación todavía no fue aprobada por la Comisión de Defensa de la Competencia.
En los últimos meses, el empresario recibió sólo malas noticias de la Casa Rosada: hace poco le rescindieron el contrato de la concesión de la autopista a Ezeiza y Vialidad lo denunció por una deuda de 750 millones de pesos. A eso se suma que la Justicia lo desalojó de Puerto Madero, le embargó bienes del canal y las radios, y confirmó su procesamiento por retención de aportes. El principal escándalo fue revelado por La Nación el año pasado, cuando se conoció que había retenido durante cuatro años el impuesto al combustible, por un monto total de 8 mil millones de pesos.
Esta semana, el grupo de medios fue noticia por el despido de Roberto Navarro, el conductor de Economía política y El destape. La empresa atribuyó la medida a problemas de “conducta” reiterados, con amenazas a gerentes incluidas. El conductor adujo censura. Aunque en un principio se suponía que en Radio 10, donde conducía la segunda mañana, seguiría, finalmente se fue también de allí.