Arturo Puricelli era el titular de Fabricaciones Militares cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le ofreció el Ministerio de Defensa en diciembre del año 2010.
Un conflicto de diez días por la propiedad de las tierras en el Parque Indoamericano en el barrio porteño de Villa Soldati derivó, por aquel entonces, en una violenta represión en conjunto de las policías Federal y Metropolitana y dejó un saldo de tres muertos. Fue entonces cuando la jefa de Estado resolvió la creación de un Ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré y la asunción de Puricelli como su reemplazo en Defensa.
Su gestión al frente del Ministerio sufrió un primer revés con el conflicto por la Fragata Libertad, retenida durante 77 días en el Puerto de Tema, en Ghana, después de un reclamo de parte de los “fondos buitres” que pretendían cobrar papeles de deuda que no entraron en el canje del default del 2001.
La Fragata permaneció en Ghana desde el 2 de octubre y retornó al Puerto de Mar del Plata el 9 de enero con un imponente show de bienvenida con discurso de la Presidenta incluído.
El segundo revés que enfrentó Puricelli se produjo el 22 de enero de 2013, a pocos días del regreso de la Fragata a las costas argentinas, cuando se hundió el destructor de guerra de Santísima Trinidad en la Base Naval de Puerto Belgrano.
Enfrentado los rumores de un posible "sabotaje", Puricelli dispuso la separación de su cargo de dos jefes que debían encargarse del mantenimiento del destructor. Durante su visita a Puerto Belgrano, días después de que la embarcación tocara fondo, el entonces ministro que se le caía "la cara de verguenza" por lo ocurrido y se limitó a exigir "absoluta transparencia y objetividad" en la investigación sobre lo ocurrido.
En marzo de este año, la polémica por la campaña antártica alcanzó a Puricelli después de que las principales licitaciones de los últimos años quedaran salpicadas por sospechas de corrupción y acusaciones cruzadas.