La agresión que sufrió un oficial del Ejército ayer durante una manifestación que se realizó en Neuquén para reclamar la aparición con vida de Jorge Julio López provocó gran preocupación en el seno del Gobierno Nacional. El militar recibió fuertes golpes por parte de los manifestantes, que también produjeron algunos destrozos en viviendas y automóviles del barrio castrense de esa ciudad.
Al conocer el hecho, el Ministerio de Defensa cuestionó la agresión contra el teniente coronel Walter Rom y también hubo fuertes reacciones en altos mandos del Ejército, informó hoy el diario La Nación.
En un comunicado, la cartera que lidera Nilda Garré repudió el "hecho y la metodología empleadas", mientras que pidió que el reclamo por López no sea "distorsionado y perjudicado por la realización fuera de las normas de convivencia".
La agresión tuvo lugar durante una marcha conmemorada ayer a un año de la desaparición del testigo clave en el juicio contra el ex comisario Miguel Etchecolatz, que finalmente fue condenado por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Cuando la manifestación pasaba por el barrio militar de la capital neuquina, un grupo arremetió contra las viviendas y automóviles de los oficiales. Rom salió de su casa al ver que pintaban esvásticas en su vehículo y recibió un fuerte golpe que le provocó heridas en la cabeza.
También hubo destrozos en otras viviendas y los manifestantes arrojaron bombas molotov contra la sede del Comando de la IV Brigada de Montaña, que se encuentra a pocos metros de ese lugar.
" El Ministerio de Defensa repudia el hecho y la metodología empleada. El derecho a manifestarse, la lucha por la vigencia sin condiciones de los derechos humanos, el propio reclamo por la aparición con vida de Jorge Julio López no pueden ser distorsionados y perjudicados por la realización fuera de las normas de convivencia", afirmó la cartera de Nilda Garré en un comunicado.