A 31 años del atentado a la embajada de Israel, y entre el sonido de las campanas de la iglesia Mater Admirabilis, a metros de la esquina de Arroyo y Suipacha, donde se encontraba la embajada, se realizó el acto en homenaje a las 29 víctimas del ataque terrorista, que hoy sigue impune.
El acto contó con la presencia del embajador de Israel en el país, Eyal Sela y otras autoridades de las entidades judías. Además, en medio de un estricto operativo de seguridad, estuvieron el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; y los ministros de Justicia, Martín Soria (quien además habló); Educación, Jaime Perzcyc; y Trabajo, Kelly Olmos. Del otro, algunos referentes de la oposición: el ministro de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri; el secretario de Relaciones Internacionales de la Ciudad, Fernando Straface; los dirigentes radicales como el diputado Facundo Manes y la senadora Carolina Losada; y el ex senador del PRO, Federico Pinedo, entre otros.
Se suponía que podrían participar el canciller, Santiago Cafiero (quien se encontraba en Uruguay) y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, pero desistieron de concurrir al igual que el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
En cuanto a las alocuciones, el discurso más duro fue el de Alberto Kupersmid, quien vivió el atentado y ayudó ese día a buscar sobrevivientes entre los escombros. Kupersmid le habló a “la política” y a “la Justicia”, por “la falta de respuesta para esclarecer los hechos”.
“¿Qué hicieron, qué vamos a hacer?”, los interrogó. Y pidió que se cumpla la ley que exige que la historia del atentado se estudie en las escuelas, para “mantener la memoria”, se preguntó. Y agregó: “¿Qué pasó con la investigación, con la subcomisión de seguimiento, con la conexión local, con la compra de la camioneta, de los explosivos?”.
A su turno, el ministro Soria habló de “la responsabilidad del Estado argentino por no prevenir, no investigar, no castigar a los culpables”. Y disparó contra “algunos poderes”, por la Justicia y la falta de condenados.
También atribuyó el ataque a Hezbollah, pero evitó responsabilizar directamente a Irán, a diferencia de la postura de Israel. Solo culpó a Irán por la “falta de colaboración”.
“La asunción de la responsabilidad no debe ser un consuelo, sino un paso necesario para torcer la inercia de la Justicia y la impunidad”, expresó.
“Hemos reactivado, rejerarquizado, sacamos de la degradacion en la que habían sumergido a la unidad especial de investigacion del atentado ocurrido dos años más tarde, a la AMIA, que históricamente funcionaba en el Ministerio de Justicia de la Nación. Asumimos así un compromiso con el esclarecimiento del hecho”, concluyó.