Los protocolos internacionales de búsqueda de submarinos pusieron en contacto a la Argentina con Gran Bretaña de una forma inusual. A tal punto que a 35 años de la Guerra de Malvinas, un avión de la Real Fuerza Aérea Británica aterrizó en Comodoro Rivadavia con 16 especialistas en submarinos y equipamiento de detección de alta tecnología para colaborar con la investigación.
La situación se dio en la mañana de este miércoles, y si bien no es el primer acercamiento entre ambas fuerzas, nunca había aterrizado una aeronave de la corona británica en suelo argentino desde el conflicto bélico de 1982.
El gran operativo internacional por el rescate del submarino argentino cuenta además con la ayuda del buque HMS Protector, de la Armada Británica, que operaba en las Islas Malvinas.
La situación era tan tensa, incluso, que la propia Cancillería le había negado en marzo la autorización a ese mismo buque para atracar en el puerto de Buenos Aires. La emergencia cambió los protocolos y hoy se observó cooperación entre los equipos técnicos de ambos países para encontrar con vida a los 44 tripulantes del ARA San Juan.
Conmocionada. La ciudad de Comodoro se convirtió en el centro de operaciones logístico para intentar hallar al submarino. La Armada Argentina con apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, España y otros países continúa con el operativo de búsqueda. Hasta el momento son al menos treinta las naves que intentan localizar contrarreloj al ARA SAN Juan.
El martes partió desde el puerto de Comodoro Rivadavia hacia la zona de rescate el buque Skandi Patagonia. El coordinador y capitán de navío de la Armada Argentina, Gabriel Actis, detalló que el buque transporta “un sonar de búsqueda lateral, una campana de salvamento que es operativa hasta los 250 metros y un vehículo de operación remota”, que sirve para inspeccionar el fondo hasta los 1.200 metros desde la superficie.