El policía Gonzalo Kapp, acusado de matar el sábado al joven Lucas Rotella en la ciudad bonaerense de Baradero, dijo que no sabía que tenía municiones de plomo en la escopeta que utilizó para dispararle a la víctima, revelaron hoy fuentes policiales.
El oficial declaró hoy durante más de tres horas ante el fiscal Marcelo Manso, a cargo de la causa, ante quien reconoció que persiguió y disparó en tres oportunidades contra el joven de 19 años, que huía en ciclomotor tras no detenerse en un control policial.
Fuentes judiciales precisaron que Kapp dijo ante el representante del Ministerio Público "desconocer" que con su escopeta tipo itaka estaba cargada con postas de plomo, una de las cuales dio en las espalda de Rotella y le causó la muerte.
Los mismos voceros recordaron que el efectivo tenía abierto por lo menos dos sumarios administrativos internos, uno en 2008 por amenazar con su arma reglamentaria a un grupo de personas durante un baile de egresados, y otro a fines de 2009, por habérsela prestado a un amigo.
Tras la declaración, el fiscal pidió la detención formal de Kapp, medida que fue confirmada por la jueza María Eugenia Maiztegui, a cargo del juzgado de Garantías 3 de San Nicolás, que lleva el expediente.
El policía fue llevado entonces nuevamente a una celda de la comisaría de Arrecifes, donde quedó detenido acusado por el delito de "homicidio calificado". En tanto, familiares y amigos de la víctima volvieron a reclamar justicia y preparaban una marcha para este noche desde la plaza Colón, donde fue ultimado por la espalda el joven, hasta la comisaría de Baradero.
Miguel Rotella y Olga Godoy, padres del joven, dijeron estar "consternados" por el crimen y reclamaron a la justicia el "esclarecimiento total" del caso.
El hombre exigió, además, a los políticos que dejen de buscar votos cuando se acercan las elecciones y eduquen a la sociedad "empezando por arriba".
Por su parte, la presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Victoria Donda (Libres del Sur), reclamó hoy la "urgente renuncia" del ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, y del jefe de la policía, comisario Juan Carlos Paggi.
Según la legisladora, Casal "ha instaurado la política de la 'equivocación de cartuchos' por parte de la Bonaerense a través de la cual se llega al gatillo fácil contra los jóvenes".
"No soportamos ninguna muerte más de pibes y exigimos la renuncia urgente del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y la democratización de esta policía", insistió la diputada de izquierda.
Por su parte, la Juventud de Nuevo Encuentro, el partido que conduce el precandidato a la gobernación bonaerense Martín Sabbatella, afirmó que el asesinato de Rotella "evidencia una deliberada política de seguridad diseñada por el gobernador Daniel Scioli".
Asimismo, criticó que "en lugar de cuidar a los jóvenes", la gestión provincial los "criminaliza con un discurso mediático que expresa su demagogia punitiva".