En los días previos al cónclave para elegir a un nuevo Papa, las miradas del mundo entero se concentran en los cardenales “papables”. Pero en la carrera hacia el trono de San Pedro hay purpurados que cumplen un papel silencioso aunque tal vez más crucial que el de los propios candidatos. Se trata de los “kingmakers”, aquellos cardenales que por su experiencia e influencia son capaces de orientar el voto de sus colegas. Según los vaticanistas italianos, el argentino Jorge Bergoglio se perfila como “gran elector” en el proceso para elegir al sucesor de Benedicto XVI.
“Se trata de un papel particularmente significativo, sobre todo cuando la elección de un nuevo Papa se da en situaciones tan complejas como la que abrió la renuncia de Ratzinger –explicó en un reciente artículo el sitio especializado Vatican Insider–. Al contrario de lo que sucede con la lista de candidatos, suelen ser figuras que por su edad no aparecen entre los posibles nuevos Pontífices”.