No lo dice en público, pero en la intimidad el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se siente más cómodo con el giro de timón que hizo el Gobierno en materia de políticas policiales. No es una cuestión ideológica, más bien de necesidades electorales.
Ayer, durante el acto de relanzamiento del Operativo Centinela, el funcionario se dirigió a unos cinco mil gendarmes formados en una de las canchas de fútbol de la Escuela de Gendarmería Nacional con el vigor de un comandante de batalla. “Camaradas gendarmes, para este soldado es un honor poder conducirlos a ustedes y a todos los integrantes de las fuerzas de seguridad, combatiendo el delito a lo largo y a lo ancho de nuestra geografía y particularmente en este escenario, que por su característica lo hace especial, el conurbano bonaerense”, apuntó Berni antes de finalizar su discurso con un grito que le recordaba sus épocas de cuartel: “Agrupación Centinela, subordinación y valor”. La fórmula la cerraron los centinelas cuando contestaron “para defender a la patria”.
En diálogo con PERFIL, Berni negó que el Gobierno adopte la “mano dura” como nueva política de seguridad.
—Esto no tiene que ver con la llamada mano dura –contestó–, tiene que ver con reforzar el Operativo Centinela a través de la rotación que hemos planificado. Tenemos más de cinco mil gendarmes listos para actuar y estamos preparando una rotación cada 45 días.
—Parece un discurso de campaña
—Yo creo que la oposición es la que está haciendo campaña con la seguridad.
—¿Hubo un cambio de discurso del Gobierno?
—No, no hay ningún cambio de discurso. Hace casi dos años que estoy acá y mi accionar fue siempre el mismo. Trabajamos para prevenir el delito y nos quejamos sólo cuando la Justicia no nos acompaña.
—¿Ya no es una cuestión de “sensación” como era antes?
—De mi boca jamás salió eso.