Para definir sus primeros pasos como flamante ministro de Economía, Amado Boudou, se refugió el fin de semana largo en su Mar del Plata natal junto con sus colaboradores más cercanos. Las futuras medidas estarán guardadas bajo siete llaves hasta mañana. Pero el hermetismo agilizó la velocidad de los rumores la semana pasada: suena desde restringir los superpoderes hasta modificar las retenciones.
Más allá de cualquier cambio en la política económica que pueda delinear el ministro, en el marco del llamado al diálogo que lanzó la presidenta Cristina Kirchner, la mirada de opositores y empresarios no abandonará la figura del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió a respaldarlo y pidió no hacer "una psicosis" en torno al gerente general de la Papelera Quilmes.
Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que la continuidad o no del funcionario, cuestionado por su intervención en los números del INDEC, es una "decisión que debe tomar la presidenta y el ministro de Economía nuevo".
Tras su jura, trascendió que Boudou quería a Moreno fuera del Gobierno. Lo mismo ocurrió cuando asumió el ex jefe de Gabinete Sergio Massa. "Cuando nadie lo pida, ahí lo van a sacar, no cuando lo exija todo el mundo", deslizaron ayer en el entorno de un importante ministro, en medio de un clima de despedida al secretario de Comercio.
Un dìa despuès de sentarse por primera vez en su nuevo sillón, Boudou deberá responder por el trabajo de Moreno. El martes, el INDEC difundirá la inflación de junio, una estadística que aún lleva la impronta del cuestionado secretario.
Lo único que adelantó públicamente sobre sus futuras medidas Boudou, un economista forjado en la usina liberal del Centro de Estudios Macroeconómicos Argentinos (CEMA), es que una de sus metas es que la Argentina recupere su capacidad de conseguir crédito externo. Como moneda de cambio, se baraja normalizar el INDEC para recuperar la confianza de inversores.
En base a ello, se reflotó un proyecto para modificar el método de cálculo de las estadísticas, en el que trabajaba junto a Massa antes de que este se replegara al municipio de Tigre.
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