Pintura fresca, alfombras nuevas, baños remodelados, una moderna instalación eléctrica, cambios en el mobiliario y renovación de todas las oficinas. Amado Boudou se prepara para instalarse en su nuevo despacho como presidente de la Cámara alta de la Nación sin un vestigio de lo que fue la vieja oficina que tenía Julio Cleto Cobos.
Desde el 30 de diciembre de 2011 cuando firmó el decreto 1006/11, Boudou ordenó, “por razones de urgencia, la realización de los trabajos necesarios para la remodelación integral de la presidencia del Senado”.
De esta manera, los primeros días de enero, y mientras la mayoría del personal se encontraba de vacaciones, comenzaron a trabajar entre cinco y siete obreros diariamente ingresando y retirando mesas, sillas, mobiliario en general, viejos electrodomésticos y hasta alfombras deterioradas con los años. De hecho, hasta la semana pasada no se podían ver las obras ya que una suerte de cortina negra cubría la entrada. Durante todo enero, en los pasillos del edificio del Senado se veían mesas, escritorios y sillas que fueron retirados por el personal de la Cámara alta.
Entre los primeros objetos que pidió que llegaran desde el Ministerio de Economía se encuentran una bicicleta fija y una cinta para correr. También se espera una camilla para masajes.
Sin embargo, dentro del despacho no hay muchos objetos: varias escaleras, una mesa con algunas sillas, una televisión de 14 pulgadas colgada de la pared al lado de una pequeña cocina con una vieja heladera, y apenas dos secretarias que supervisan los trabajos.
“Los trabajos solicitados necesitan efectuarse con la mayor celeridad posible”, había planteado el decreto que firmó Boudou a fin del año pasado junto a su mano derecha, y secretario administrativo del Senado, Juanchi Zabaleta.
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