Obligado a recorrer todas las semanas varias provincias del país y los partidos del Conurbano en reemplazo de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ministro de Economía dejó de lado esa figura de "Golden Boy" que derretía a las mujeres. Después de tres campañas (la porteña, las primarias y ahora las presidenciales), Boudou está más cachetón y canoso, y engordó siete kilos desde que se puso el traje de candidato.
En el Gobierno, nadie es capaz de negar que el preferido de Cristinaa está un poquito más gordo. Los que lo quieren dicen que está excedido solo un par de kilos. Los que lo miran con recelo por el poder que acumuló en tan poco tiempo son más despiadados: afirman que subió por lo menos 12 kilos.
Libre consultó al vocero del ministro para saber cuánto había engordado. No hubo respuesta oficial.
Giras. Desde hace tres meses, el "vice K" vive de campaña. Por día hace como mínimo tres actos, además de reuniones y cafés para aceitar sus contactos políticos.
Los fines de semana sale de gira por el interior, y en cada ciudad que visita lo reciben con honores y comida: choripanes, pizza, empanadas y asado son los infaltables. En sus maratones de campaña, el único ejercicio de Boudou es el rock: cierra sus visitas con un recital, guitarreando.
El Dr. Alberto Cormillot, que fue secretario de Calidad de Vida de la ciudad de Buenos Aires, siempre recuerda que le costaba seguir el tren de reuniones políticas que se extendían por horas y terminaban en pizzas o empanadas. En campaña, eso se acrecienta. El candidato anda de gira permanente y "pica" en distintos lugares, casi siempre "comida chatarra".
Eso sí, Boudou también consume productos baja calorías: en cada lugar adonde va pide que le tengan una Coca Light helada. Sí o sí Light, para no engordar. Puede fallar...
* de la redacción de diario Libre.