El sector más exclusivo de Gardiner –el selecto restaurant de la Costanera– fue testigo el lunes pasado de una cumbre que podría significar la base de futuros cambios en el modelo de Fútbol para Todos.
En la mesa del VIP discutían el diputado presidenciable Sergio Massa (Tigre), Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Luis Segura, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, y Alejandro Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, hoy uno de los hombres con mayor poder en la toma de decisiones dentro de la AFA.
En la reunión se ensayó, debatió y proyectó cómo debería funcionar el esquema de todo el fútbol argentino a partir de 2016, cuando el cristinismo ya no esté en el poder o por lo menos no a cargo del Poder Ejecutivo, según las proyecciones de las últimas encuestas.
Oficialmente, el ex intendente de Tigre fue para tratar de ordenar la transición hacia el nuevo DT del Club Atlético de su distrito. Mientras disfrutaba de una milanesa con puré de calabaza, reclamó también por una deuda de 6 millones que tiene la AFA con el club.
Sorprende también la participación de Tinelli, que a las 48 hs de la reunión fue designado oficialmente a cargo de la comunicación de la entidad que presidió Julio Grondona hasta su muerte, hace 45 días.
El ágape desencadenó también serios cuestionamientos dentro del Gobierno hacia la nueva administración de la AFA, con la brújula desorientada luego de la muerte de Don Julio. El Gobierno no celebró que el candidato de la oposición que más mide se convide un almuerzo con Tinelli, hoy crítico del kirchnerismo. Menos aún que discutan de igual a igual con Luis Segura, presidente de la AFA.
Sucede que FpT es la mejor herramienta de propaganda política del oficialismo hasta las próximas elecciones. Y lo será también del próximo presidente que herede el trono de Cristina Kirchner.
“Controlar la AFA es como manejar una provincia del país”, ilustra un diputado que estuvo al tanto de las negociaciones por su cercanía con uno de los comensales de Gardiner. Se refiere no sólo al poder político derivado del control de la entidad, sino a los fondos que mueve. Sólo el año pasado, de los $ 1.200 millones que costó Fútbol para Todos, unos $ 920 millones fueron a la caja de la AFA, que en teoría se destinan para sostener el funcionamiento de los clubes, pero que cada día están más endeudados.
Uno de los comensales de la reunión confirmó a PERFIL que cualquiera de los tres candidatos que alcance la presidencia en 2015 hará profundas modificaciones al esquema de FpT, sobre todo a partir de 2016.
Tampoco es menor el rol de Tinelli, que todavía está ofuscado con el Gobierno luego de que lo hayan convocado para “reformular” el negocio de FpT y lo hayan dejado afuera de un día para el otro. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, le ofreció en verano de este año mejorar los contenidos, pero La Cámpora “lo tiró por la ventana”, reflejan dentro del propio gobierno.
Por eso Tinelli se sienta en la misma mesa que Massa, se saca fotos con Daniel Scioli y difunde su amistad con el macrismo: son todos mensajes al kirchnerismo. El jueves, por ejemplo, recorrió con el jefe de Gabinete de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, las obras en la zona de la cancha de San Lorenzo, en el Bajo Flores.
La reunión del lunes pasado preanuncia el futuro del Fútbol para Todos. Ninguno de los tres candidatos que encabezan las encuestas quiere que siga siendo una aspiradora para fondos públicos que no terminan de justificarse (ver aparte).
Massa cree que en el entretiempo de los partidos debería priorizarse la publicidad institucional del gobierno, como campañas de educación o salud, pero cree que tiene que haber un porcentaje de publicidad privada. Lo mismo piensa Macri. Sus asesores aseguran que “fijará otras prioridades” si es presidente, que lo mantendría en la órbita del Estado, pero que buscaría que deje de perder plata también sumando campañas privadas.
Los responsables de tejer las políticas deportivas de Scioli, el más K de los tres candidatos, también coinciden con el diagnóstico. “Tiene que ser un modelo comercial mixto, con el Estado como auspiciante, pero con sponsors privados”, resumieron. No hay dudas de que la lógica que hoy prima en el fútbol tiene los días contados.
PRO Tinelli
Por Ezequiel Spillman
En otro síntoma de la buena relación que armó Marcelo Tinelli con el macrismo, el jueves la Legislatura porteña aprobó declararlo Personalidad Destacada de la Cultura. La iniciativa partió de Oscar Moscariello, quien además de legislador porteño es vicepresidente de Boca y un hombre de confianza de Mauricio Macri.
El gesto, que sólo es un símbolo, da cuenta de la buena sintonía que existe con el conductor y empresario, quien, hace un par de meses, no dudó en plantearle al aire a Horacio Rodríguez Larreta si iba a ser “jefe de Gobierno” finalmente. Larreta fue cultivando la relación desde hace años. Eso no es todo. Daniel “el Tano” Angelici, presidente de Boca, animador del radicalismo PRO y amigo del líder del PRO, mantiene un vínculo fluido con él.
Por caso, lo llamó personalmente para que promocione en su programa actividades del club, y suelen dialogar telefónicamente.