Juan Carlos “el Búlgaro” Bacileff Ivanoff conoce desde hace más de 25 años a Jorge Capitanich. Fue dos veces su vicegobernador en Chaco. Incluso estuvo incluso peleado con Coqui durante un tiempo y ahora quedó a cargo de la Gobernación chaqueña.
—¿Cómo tomó el nombramiento de Capitanich como jefe de Gabinete?
—Desde que asumimos siempre hubo versiones de que podía ser ministro de Economía o jefe de Gabinete. Capitanich tiene experiencia en ese cargo, tuvo una destacada función como senador y conoce los vericuetos de la Casa de Gobierno porque trabajó allí con distintos jefes. Fue convocado por la Presidenta para apoyar una gestión de gobierno y es su único interés y obligación.
—¿Qué le pidió CFK?
—Hablaron del país, de la situación económica, cómo superar ciertas cosas. El sabe mucho de economía, es un hombre muy preparado. Yo no le pedí detalles porque no soy economista.
—¿El nombramiento implica que CFK se recostará sobre el PJ?
—No creo que la Presidenta lo haya convocado por ser peronista sino por su capacidad personal, por su lealtad al proyecto. Coqui fue compañero de banca en el Senado de Cristina. Por eso la Presidenta evaluó que traía a un hombre que conoce, que ya fue jefe de Gabinete con Duhalde, que tiene una experiencia de gestión en el Chaco y que ganó en las elecciones con más del 60%.
—¿Se reunirá con la oposición?
—Sí. Tiene capacidad de tolerancia... El soporta hasta los insultos. Siempre atendió a todos los intendentes en igualdad de condiciones. Por eso va a tener un excelente diálogo con la oposición.
—¿Se prepara un futuro candidato a presidente?
—No hay que hacer futurología. Si entramos a pensar en eso... la política es muy cambiante. Todos podemos decir “qué bueno, va de jefe de Gabinete tras ser gobernador”. Pero él pasa de ser elegido por la voluntad popular a ser un funcionario a tiro de decreto.
—¿Su nuevo cargo lo deja mejor posicionado para 2015?
—La función también desgasta, va a depender de su desempeño y del destino que la gente interprete en la gestión. La gestión te puede llevar al podio o al ostracismo.
—¿Los gobernadores empezaron a llamarlo para pedirle por sus cuentas?
—Ya está teniendo diálogo con ellos. No por el rojo fiscal, porque las provincias están bastante bien atendidas. Creo que lo van a llamar por temas puntuales.
—Mientras usted es gobernador, ¿su hijo va a presidir la Legislatura local?
—Hicimos la lista de la interna el año pasado a las órdenes de Capitanich, que dijo que sea Darío (su hijo de 32 años). No puedo ahora quedarme con un cargo y obstruir la carrera política de mi hijo. Y no lo acordamos, no lo pedí, lo eligió Capitanich. Cargan a mi hijo porque tengo otro más grande, abogado, que no se dedica a la política y le dicen “¿por qué no lo traen a César de presidente del Tribunal Superior así están en los tres poderes?”.
—¿Qué le quedó de las peleas con Capitanich?
—Fueron puntos de vista diferentes. Con el tema de los piqueteros yo le decía que era muy tolerante con los cortes; nadie pretende la represión, pero le decía que había que empezar a poner límites porque perjudicamos a los demás. Si hay que hacer un desalojo, lo hago. Considero que el que corta vías de comunicación comete un delito. Sean productores con camionetas cero kilómetro o alguien que pide trabajo.
—¿Bajó la pobreza en Chaco?
—Bajó. No estamos en Suecia, hay que reconocerlo, falta mucho. No creo que haya indigencia, sí hay pobreza.
—¿No hay indigencia?
—No, indigencia en el sentido de que no tenga para comer, creo que no. Pero sí hay un gran porcentaje de gente que todavía tiene ingresos a través de los planes sociales o trabajo en negro.