En el hotel Intercontinental, las sonrisas que se veían en los presentes hace algunas horas se han convertido en rostros de preocupación tras conocerse los primeros resultados oficiales en la provincia de Buenos Aires. Es que la ventaja de cuatro puntos que lleva Francisco De Narváez sobre Néstor Kirchner, escrutadas un 22,5% de las mesas, ha tirado por el suelo el clima de fiesta que se vivía en el búnker k.
En el piso 19 del hotel, los operadores oficialistas analizan junto al ex presidente qué hacer y cómo reaccionar ante estos guarismos. En el piso 18 todos los ministros y funcionarios, y en el 17 todos los candidatos aguardan la orden del patagónico devenido en bonaerense para esta elección clave.
Perfil.com quiso hablar con Ricardo Echegaray, único funcionario oficial en el segundo subsuelo del hotel, prefirió no hablar y se ha decidido no hablar hasta el momento. Afuera, el diluvio alejó a los militantes que saltaban y cantaban con bombos y platillos. "No es un día peronista", señaló amargado una de las personas de salía del hotel.
Mientras tanto, adentro, los jóvenes k, que hasta hace cuestión de minutos saltaban de alegría, con banderas en el espacio central, fueron "desalojados" por sus referentes, ante los primeros guarismo negativos, y aguardan expectantes en el hall del subsuelo.
Dolina dio la cara. El conductor radial, Alejandro Dolina, uno de los referentes de la cultura vinculados al kirchnerismo, fue uno de los pocos que no tuvo inconvenientes en hablar. Perfil.com le preguntó qué clima palpaba en el búnker tras conocerse los primeros resultados. "Ninguno", respondió y agregó que "todavía no conocemos ningún dato".
En efecto, Dolina estaba en lo cierto, ya que en ninguno de los plasmas hay noticieros. Solo pueden verse spot realizados por el Gobierno. En el búnker, todo el silencio y hermetismo absoluto.