El Papa Francisco vive momentos complicados ante la denuncia por abuso que pesa sobre el cardenal australiano George Pell, quien enfrenta cargos por varios delitos y debe presentarte en la Corte Magisterial de Melbourne el 18 de julio para una audiencia que investiga una denuncia de dos hombres que en 2015 declararon abusos cuando eran niños y él era un sacerdote en Ballart en los '70.
Pell, rechazó las "falsas acusaciones" por supuestos casos de abuso sexual que le imputó la justicia australiana, al tiempo que, con apoyo del papa Francisco, anunció que retornará a su país para "afrontar las causas de las que se le acusa".
"Reitero mi inocencia sobre estas acusaciones. Son falsas. La misma idea de abusos sexuales es para mi repugnante", aseveró Pell en una declaración a periodistas acreditados en el vaticano luego de que en la madrugada de hoy la justicia australiana confirmó la situación del purpurado para el 18 de julio en un caso en el que es denunciado por supuestos abusos sexuales cometidos en la década del '70.
Pell, nacido en Australia hace 76 años, fue designado por el papa Francisco en 2014 al frente del organismo encargado de "sanear" las cuentas de la Santa Sede y miembro del consejo de nueve cardenales asesores de Jorge Bergoglio.
Ante una sala de prensa repleta luego de la inusual convocatoria del Vaticano a los medios acreditados, el portavoz papal Greg Burke, resaltó que "el Santo Padre, informado de ello a través del propio Cardenal Pell, le ha concedido un período de excedencia para poder defenderse".
Francisco "le está agradecido por su colaboración y, en particular, por su enérgico empeño a favor de las reformas en el sector económico y administrativo y por su activa participación en el Consejo de los Cardenales", agregó Burke.