—Muchos ex miembros del Partido Comunista aseguran que usted integró el partido y recuerdan reuniones y actividades en conjunto. De hecho, usted presidía el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, que era del PC. Dicen que ahora usted no acepta esa relación. ¿Es correcto?
—Varios errores. El cooperativismo se nutre de un pensamiento filosófico cercano a la izquierda. El Hogar Obrero lo fundaron los socialistas. Es decir, son los partidos de izquierda.
—Le pregunté por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, que era del PC.
—Yo fui gerente de la Regional Buenos Aires del Instituto Movilizador durante tres años.
—O sea que fue el número uno de Buenos Aires, no del país.
—El número uno como funcionario. Es una diferencia importante.
—Buenos Aires debía ser el área más importante del país.
—No, porque el gran desarrollo estaba más en el interior. Su sede legal central es Rosario. Hay una frase fenomenal de aquel momento de Jorge Oría, que presidía un banco privado y algo así como la AEA (Asociación de Empresarios Argentinos) de ahora, y a la pregunta: “¿Usted está en contra de las cooperativas porque las dirigen los comunistas?”, contestó: “Nosotros estamos en contra del sistema porque es un sistema ilegal que perjudica el normal funcionamiento de los bancos, y estaríamos en contra así fuera la Iglesia y lo dirigieran sacerdotes”.
—¿Y por qué estaría en contra del sistema?
—No siempre a los liberales les gusta la competencia.
—No sería liberal. Está lleno de gente que dice que es liberal y no lo es. Como está lleno de gente que dice que es de izquierda, y tampoco lo es.
—Es probable. El cooperativismo financiero en el ’66, cuando se produce la primera crisis y cuando Onganía le pega el primer gran golpe, llegó a tener el 12% de los depósitos del sistema. Era la tercera entidad financiera del país, después del Nación y del Provincia. Le molestaba porque era un competidor duro, que crecía.
—¿Qué opina de Hugo Chávez y de la política venezolana?
—En la carta de Isla Margarita que se firma entre el Gobierno argentino y el venezolano se incluyen dos puntos que tienen que ver con Credicoop. Un pedido de Venezuela de que le traslademos la experiencia de conformación y la posibilidad de desarrollar la tarjeta Cabal allá. Eso generó que viajemos y conocimos a Chávez. Ninguna de las dos cosas se concretó. La última vez que lo vi fue cuando acompañé a la delegación oficial a Cuba y Venezuela, y cuando Chávez me ve, me dice: “¿Cómo anda nuestro proyecto?”. Y yo le dije: “No anda, comandante, está igual a cuando empezamos”.
—Como persona, ¿qué opinión le merece?
—Es muy simpático, es bastante instruido, se ve que leyó mucho, que se preocupó e hizo un gran esfuerzo por incorporar información, conocimiento. Respecto de la política, Venezuela debe ser el país que más elecciones tuvo en la última década: lleva 14 elecciones en 12 años.
—Hipócrates decía que la medicina que sana al paciente en exceso lo mata.
—Algunos fueron referendos revocatorios planteados por la oposición. El sistema venezolano plantea la posibilidad de revocatoria. Se hizo el referendo y ganó Chávez.
—Y Chávez ha promovido otras elecciones.
—Sí. Ganó todas menos una. No sólo gana, sino que les dice a los ciudadanos cuál es el proyecto. Una de las cosas que más me apasionan, yo le diría que es la integración regional, porque hace a la globalización que hablábamos hace un rato, porque no imagino nuestra subsistencia como naciones si no lo hacemos desde un lugar de fortaleza y de integración.Tenemos una cantidad de fortalezas notables en la integración. Primero, porque somos superavitarios de lo más crítico que tiene la humanidad hoy: alimentos, energía y agua potable. Avanzar en la integración regional de manera que esos recursos se aprovechen de la manera más integral como conjunto, crear un organismo como el Banco del Sur y tener capacidad de financiamiento para los proyectos de infraestructura son pasos decisivos. Esa integración para mí tiene tres pilares: Brasil, Argentina y Venezuela.
—¿Por qué Venezuela, que es un país chiquito y lo único que tiene es petróleo?
—Nada menos que petróleo, uno de los factores de la energía. Venezuela compra en el exterior unos 5 mil millones de dólares anuales. Hoy la Argentina se ha convertido en un gran proveedor, es a uno de los mercados a los que más valor agregado le vendemos. A Europa exportamos soja. En la región exportamos valor agregado, mano de obra, tecnología, conocimiento.
—Venezuela es buen cliente.
—Sí, pero a la vez puede darnos sustentabilidad energética.
—Argentina no podría aspirar a depender del petróleo venezolano, ¿no?
—Espero que no, pero tenemos un serio problema con la provisión de gas. Hoy se desarrollan plantas degasificadoras para facilitar la llegada de gas al país. Esta vez que vino Chávez creo que se han firmado 16 nuevos convenios.
—La Argentina no va a depender de la provisión de petróleo de Venezuela, o no debería.
—Hay un tema de complementariedad. El proceso de integración regional es económico, social, político, cultural. Y ahí el rol de Venezuela es destacado.
—En su campaña dice que “Heller resiste un archivo”. En ese archivo aparecen los fondos que Sebastián Forza aportó para la campaña Filmus-Heller en 2007 (los detalles salieron en “Noticias” de hace dos semanas). ¿Hay algo que crea que tiene que aclarar sobre eso?
—No. Voy a aclarar lo que no tengo que aclarar. En mayo de 2007 Sebastián Forza hizo un aporte de 10 mil pesos en dos cheques de 5 mil a nuestra campaña, como otros centenares de aportes que recibimos. En mayo de 2007 Forza era un señor que tenía una pyme que operaba con el Banco Credicoop desde 2006 y tenía una cuenta como las decenas de miles de cuentas que tenemos, y que en 2008 lo mataron y salió toda esta cuestión. No entiendo por qué tengo que darle sospechosidad a la situación de mayo. Cuando pasó lo de Forza, investigamos y me quedé tranquilo con lo que vi.
Lea la nota completa en la Edición Impresa del Diario Perfil