Que la situación económica es mala y se vienen tiempos peores, lo reconoce hasta el presidente Mauricio Macri. Pero en el interior de su gobierno se discuten estrategias que abren grietas difíciles de cerrar. Frente al aumento de la recesión, la inflación y la pobreza, la ayuda social a los sectores más vulnerables de la población está en la mira de todos y generó un conflicto entre Carolina Stanley, la Ministra de Salud y Desarrollo Social y Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad por los planes sociales.
No es que se discuta la asistencia, que se sabe que va a aumentar para frenar el peligro de una mayor conflictividad social, sino que desde el lado de Bullrich se teme que este esquema asistencial promueva y financie las protestas sociales en la calle, y que no haya herramientas suficientes para que los beneficiarios consigan trabajo.
Según publica Clarin.com, en cada reunión interna, Bullrich destaca que las organizaciones CTEP, Barrios de Pie y CCC, entre otras aumentaron su movilización en las calles y relaciona estas acciones con la asistencia social que brinda el propio gobierno. Stanley se defiende de las acusaciones por las reformas implementadas que incluyen mayores controles y la promoción del trabajo formal a pesar de la crisis económica.
Las reformas implementadas que incluyen mayores controles y la promoción del trabajo formal a pesar de la crisis económica.
Desde Seguridad, se reclama que “las organizaciones juntan plata y poder político y están cada vez más en la calle. Tenemos que ir hacia un esquema de menos intermediación, más autonomía de las personas, más responsabilidad y más centrado en el empleo”.
La guerra de Bullrich contra las organizaciones sociales la llevan hasta a asegurar que “hay dirigentes que han permitido el narcotráfico como el mal menor dentro de las villas” y apuntó contra el gobierno kirchnerista. “Los justificó durante 12 años. Lo escuchamos (al diputado Daniel) Arroyo decir que eso es movilidad social. Nosotros desde que asumimos hemos bajado el nivel de venta de droga, de búnkeres, de acopio, de bandas“, explicó la ministra en diálogo con Luis Majul en “La Cornisa”. “Esto es una locura. La justificación que se hizo durante todos esos años ha sido el peor mal. Muchos de los movimientos sociales han permitido esto como el mal menor. Lo que hemos visto estos años es que la relación entre el narco y los punteros políticos de villa es muy estrecha, y muchas veces es el mismo“, aseguró.
"La relación entre el narco y los punteros políticos de villa es muy estrecha, y muchas veces es el mismo“, aseguró Bullrich.
Pero desde el Ministerio de Salud y desarrollo social defienden los avances sociales logrados y la bancarización que permitió una llegada más directa a los beneficiarios, sin intermediaciones: “El 100% de las personas se reempadronaron, fueron a una oficina de la ANSeS, actualizaron sus datos, cada uno tiene su tarjeta. Es un error asociar el plan a las manifestaciones, las estructuras políticas no se financian de ahí”, aseguran las fuentes. “Más de 10 mil personas dejaron de recibir planes porque consiguieron un empleo formal y unas 130 mil están cursando el secundario, se defienden.
Se dice desde el Gobierno que ni siquiera los recortes del FMI lograrán achicar la ayuda social. Hay $13.500 millones este 2018 y el 0,2 del PBI para 2019 acordados con el organismo internacional para “la protección de los más vulnerables”, aunque se estima que serán utilizados más cerca de la campaña electoral que para frenar los conflictos de fin de año.
En un intento para llevar la paz y poder trabajar en conjunto y sin recelos, las dos ministras se reunirán la próxima semana para intentar acercar posiciones.
CP
