La líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, debió declarar este lunes ante la jueza federal Sandra Arroyo Salgado para contar qué sabe sobre el origen de los hijos adoptivos de la directora de Clarín.
La magistrada, que investiga la presunta apropiación de Marcela y Felipe Noble Herrera, le tomó declaración en su despacho del Congreso de la Nación junto a los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo durante tres horas.
Carrió ratificó sus dichos al considerarlos "víctimas de una persecución judicial y política" y afirmó que "no son hijos de desaparecidos": "No sé, sinceramente no sé de quiénes son hijos Marcela y Felipe. No me persigan más, ya contesté la pregunta. Tal vez Cristina Kirchner lo sepa, ya que comía todos los días con la gente de Clarín", respondió la dirigente según puedo reconstruir el diario La Nación.
"No voy a callar porque el silencio es criminal. También sabía que esa defensa me iba a costar la carrera política. Me la costó. Y estoy feliz de haberme probado a mí misma por haber defendido los derechos humanos de dos jóvenes que son víctimas", aseguró.
El 8 de diciembre pasado trascendió que el tercer análisis de ADN a la sangre de los hermanos era negativo.
El testimonio de la chaqueña había sido considerado por la jueza después de que ésta hiciera declaraciones en un canal de Río Cuarto, Córdoba, asegurando que los dos jóvenes “habían sido usados como instrumento de una venganza": "Esa ley está hecha para dos víctimas a quienes no conozco y que están siendo tratados como acusados", dijo Carrió.