La causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman atraviesa horas claves. Lo que suceda en la instrucción de la investigación en los próximos días será determinante para avanzar en la causa o, por el contrario, seguir sumergido en un mar de dudas. Y la jueza Sandra Arroyo Salgado lo sabe mejor que nadie. Por eso, la querellante se presentó en la fiscalía de manera sorpresiva con el fin de impulsar el asesinato como principal línea de investigación.
El lunes por la tarde, cuatro días después de presentar el informe de sus peritos, la jueza le dijo “cara a cara” a la fiscal Viviana Fein que a su exmarido, padre de sus dos hijas, “lo mataron”. Según versiones vertidas por el canal C5N, Arroyo Salgado habría deslizado que el móvil del asesinato está vinculado a cuestiones económicas.
La “pista” aportada por la exmujer de Nisman -a la que se le habría denegado la chance de imponer un secreto de sumario en la causa- aportó mayor tensión entre la querella y la defensa del colaborador informático Diego Lagomarsino. Tal es así, que el abogado defensor Maximiliano Rusconi se apresuró en pedir copia de la declaración de Arroyo Salgado.
¿Insinuó la jueza que el informático sabe más de lo que dice? Si bien no trascendieron los detalles del testimonio de Arroyo Salgado -ni la querella, la defensa o la propia Fiscalía avalaron el rumor sobre el “móvil de dinero”-, horas después de su presentación la Policía Metropolitana allanó el domicilio de Lagomarsino, del que retiró dispositivos informáticos y algunas prendas de vestir.
El principal punto de fricción entre Arroyo Salgado y Lagomarsino se centra en la hora de muerte de Nisman. Los forenses convocados por la jueza sostuvieron que Nisman murió entre las 16 y las 20 horas del sábado, lo que acerca al dueño del arma a la escena del crimen.
Tras ello, Rusconi rechazó esa información. “Arroyo Salgado sabe bien que a las 8 de la mañana del domingo 18 de enero alguien, suponemos que el fiscal Nisman ingresó a su computadora, leyó los diarios e ingresó a su casilla de mails”, contó. “Ella lo sabe bien, como lo sabe un perito que ella colocó en el ámbito de la investigación de los dispositivos, que pidió la suspensión de la pericia”, siguió.
El enfrentamiento se inscribe en una de las tantas batallas que giran en torno al caso. La fiscal Fein quiere resolver una este miércoles, cuando reciba a los peritos de la querella, que contradijeron en aspectos básicos al Cuerpo Médico Forense, como la existencia de agonía o el supuesto movimiento que habría tenido el cuerpo del fiscal, datos arrojados por los peritajes de Arroyo.