Tal como anticipó Perfil.com hace una semana, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, acusó hoy al ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, de intentar "adueñarse del colegio privado Jean Piaget" . En declaraciones radiales, el funcionario metropolitano hasta reveló que el juez federal Norberto Oyarbide le preguntó quiénes son los dueños del tradicional colegio, ubicado en el barrio de Chacarita.
El interés del magistrado tiene un claro fundamento: la Justicia -que ya allanó las empresas de Schoklender por presunto lavado de dinero y desvío de fondos llegó a poner la lupa en el instituto fundado en 1965 a través de la ruta del dinero de la firma Meldorek -que realizó obras por 4 millones de dólares- y Construyendo el Futuro S.A. -entidad que gerenciaba el colegio y cobraba las cuotas-. Pero Oyarbide apunta a los nuevos dueños, que los hay.
Bullrich aseguró a Radio 10 que "el colegio nunca se compró" y que "los dueños del colegio nunca cambiaron". Si bien es cierto que el Instituto Jean Piaget S.A E y E (jardín de infantes y colegio primario) y el Instituto SER S.R.L (secundario) siguen siendo las sociedades "propietarias" del colegio, los antiguos accionistas vendieron los títulos de esas firmas a dos "prestanombres" de Sergio Schoklender.
Ese traspaso nunca se inscribió en la Inspección General de Justicia (IGJ): tras conocerse públicamente los manejos financieros de Schoklender, quedó paralizó el trámite en una escribanía del centro porteño.
Según pudo saber Perfil.com, uno de los dueños ficticios de la institución sería Guillermo Guillert, padre de un alumno del secundario SER y amigo personal de Schoklender. Guillert le compró las acciones al ex rector del colegio Jorge Guiducci en octubre de 2010, cuando desembarcó el "grupo inversor" dirigido por Alejandro Gotkin, "cajero" del ex apoderado de Madres.
Gotkin llegó con la promesa de "reformar el colegio". Hace siete meses, el colegio poseía una deuda de 900.000 pesos -el fondo de comercio está valuado en $1,5 millones-, uno de los dueños había fallecido y los otros, a quienes se les ocultó el origen de las empresas entrantes, aceptaron la tentadora oferta.
La segunda venta de acciones se realizó en febrero de 2011. Una versión que circula en el Jean Piaget es que el otro accionista podría ser un socio de Gotkin de la empresa Expedition S.A, también investigada por Oyarbide.
Esta semana, el ministro de Educación de la Ciudad se reunió con padres y docentes para emprender un plan de continuidad en el colegio, ya que las autoridades designadas por Schoklender dejaron de gerenciar la entidad y aún se adeuda poco menos de la mitad de los salarios de los maestros. Una de las alternativas para enfrentar esta coyuntura se centra en la conformación de una cooperativa entre padres y maestros, pero la idea está "muy verde", según confió una madre del Piaget.
De acuerdo con Bulrrich, "lo único que pasó es que renunció el que era el representante legal y todavía no ha sido reemplazado". ¿Por qué? Se presume que los dos accionistas no nombraron a nadie para evitar la inscripción en la IGJ y quedar expuestos ante la Justicia.
Uno de los ex dueños aseguró a Perfil.com que "Schoklender les mintió" y que se hizo pasar como "asesor" de un "importante grupo inversor". También acusaron a Gotkin de hackear sus cuentas de e-mail. Por si ello no bastara, el socio de Schoklender despidió a 16 empleados y les pagó con cheques de Meldorek. No obstante, la constructora de Schoklender borró de su web al Jean Piaget de sus "experiencias", pero en el camino dejó evidencias que la Justicia ahora comienza a rastrear.
*De la redacción de Perfil.com.