El juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky cerró hoy la causa por el material secuestrado al avión militar de los Estados Unidos "por no constituir delito el hecho investigado".
El magistrado descartó que haya existido contrabando luego de recibir un informe de la Aduana sobre el material secuestrado y el procedimiento, informó DyN.
Por su parte, la Aduana había ratificado hoy ante la Justicia que el avión estadounidense que aterrizó en Ezeiza el 10 de febrero pasado con material militar cometió "una contravención a las normas aduaneras", por lo que es competencia del juez administrativo aplicar la sanción correspondiente, según un comunicado de AFIP.
De esa manera, la Aduana formalizó esta mañana la presentación del informe requerido por el Juzgado Federal Nº 6 a cargo del magistrado Marcelo Aguinsky.
El magistrado aguardaba ese informe para terminar de corroborar datos y dar por cerrada la causa al tener comprobado que no habría existido delito, sino una infracción al Código Aduanero, informaron a DyN fuentes judiciales.
Testigos que participaron del operativo en el que se secuestraron armamento y fármacos, coincidieron en señalar que lo incautado no estaba oculto ni en dobles fondos, sino en bolsos y cajas junto al resto de los elementos que se encontraban a la vista en el avión.
Los voceros explicaron que para que haya delito de contrabando "se requiere el ocultamiento" de lo que se intenta ingresar al país, pero esa situación no se dio en este caso.
Historia de un conflicto. El 10 de febrero, llegó a Ezeiza un avión C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con materiales destinados a un curso de entrenamiento en el manejo de crisis y toma de rehenes para el Grupo Especial de Operaciones Especiales de la Policía Federal (GEOF). Entre el cargamento, se encontraron e incautaron mil pies cúbicos de cargamento -que incluía armas, drogas y documentos clasificados- que no había sido declarado en diciembre cuando se acordó la realización del curso. Durante la intervención de la Justicia, las armas, los equipos de comunicación y las sustancias permanecieron custodiados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Ezeiza.