POLITICA

CFK habló de xenofobia europea y se retractó

En un discurso manifestó que "los europeos son medio xenofóbicos", mientras a que Capitanich le dijo: "Este parece medio indígena". Cómo se defendió. Video.

Cristina procuró dar marchas atrás con sus polémicos dichos.
| DyN

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dedicó ayer varios párrafos de un discurso a aclarar que, en ese mismo mensaje, no quiso acusar a los europeos de ser "xenófobos".

"No quise decir, por favor, que los europeos sean todos xenófobos, por favor, mis abuelos son españoles, tengo familiares en España", advirtió, pero al mismo tiempo señaló que "algunos tienen esa carguita".

Durante un acto donde inauguró un centro educativo para las comunidades Qom de Chaco, la mandataria defendió la política de su gobierno para los pueblos originarios. En este marco, y en diálogo vía teleconferencia con el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, comentó: "Este parece medio indígena pero no se engañen, viene de la Europa medio xenofóbica".

"Sí, los europeos son medios xenofóbicos", dijo, y enseguida se corrigió; "Hay que aclarar esto porque sino mañana se arma una podrida". Añadió: "No quise decir que los europeos sean todos xenófobos, pero en Europa hay algunos que tiene una tendencia histórica, medio feíta, medio del tiempo de la Inquisición y después lo que pasó en el siglo pasado y no les gustan los morochones y los inmigrantes".

En el plano de aclarar sus dichos, agregó que "no todos pero hay una parte importante que tiene esa carguita, hay algunos que andan por acá que también vienen de allá también tienen esa carguita, vienen cargaditos".

Segura de que estas afirmaciones tendrán repercusión en el exterior, Cristina Fernández vaticinó: "Mañana los titulares… El País me saca en primera plana", dijo en alusión al diario español. Advirtió entonces que "es un mundo complejo, el ser humano se ha vivido persiguiendo por raza, por religión, desde el fondo de la historia, pero si hay un lugar donde esto no pasó fue aquí, en la America del Sur".

"No sé por qué nos miran desde el presunto mundo desarrollado con cierto desprecio, si por civilización se entiende respetar al otro, a nosotros nadie nos puede pasar el trapo", argumentó.