La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reinaguró el cine Gaumont, ubicado frente al Congreso nacional, y anunció que multará a las empresas que no cumplan con los doblajes obligatorios.
El acto estuvo concurrido por gran parte de los candidatos oficialistas de la capital y la provincia de Buenos Aires, como Martín Insaurralde y Daniel Filmus, y de gran cantidad de representantes del ambiente artístico.
En este marco, la mandataria anunció que se cobrarán multas a las empresas que no cumplan con la ley que obliga al doblaje en el país del material fílmico y resaltó, que, aunque la ley correspondiente es de la década del 80, "nunca nadie la hizo cumplir".
"Poner en vigencia algo que era letra muerta en la Argentina, que era la ley de obligación de doblaje nacional de todas las series", anunció, y dijo que instrumentará multas a través de la AFSCA luego de un decreto. Lo obtenido por las sanciones irá a los fondos que administra el INCAA para repartir subsidios.
Fue entonces que apeló a la ironía para renovar sus cuestionamientos a la justicia y afirmó su sorpresa porque "nadie hizo una cautelar para que se aplicara, se les escapó".
"Parece ser que las cautelares están solamente para impedir que se cumplan las leyes que benefician a la gente", señaló.
Casi de inmediato, Fernández de Kirchner -que había mechado varios elogios a los candidatos entre algunas de sus frases- resaltó las medidas impulsadas por su gobierno en beneficio de la cultura para salir al cruce, de manera indirecta, a las críticas recibidas en por los subsidios del INCAA al cine.
"A veces uno de pregunta si los que critican son de alguna otra nacionalidad o si habrán vivido en otro país" porque "el renacimiento de la industria audiovisual argentina nos tiene que llenar de orgullo", dijo.
Del evento en el Gaumont, participaron actores de la talla de Darío Grandinetti, Daniel Aráoz, Luis Machín, Leticia Brédice, Gerardo Romano y Pepe Monje, entre otros referentes del cine y la cultura.