A una semana de la elección y, aún con un escenario de derrota por una amplia diferencia, Cristina Kirchner está convencida de que podrá pelear los votos en la Justicia Electoral. La candidata a senadora de Unidad Ciudadana insiste con que el Gobierno podría manipular los datos de la noche del 22 de octubre, por lo que les pidió a los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires que el día después de los comicios pidan la apertura de cada una de las más de 30 mil urnas.
“Recuerden lo que le pasó a Jorge Obeid que en 1995 ganó la gobernación un mes y medio después, cuando se contó voto por voto. Acá estaremos contando dos meses también pero vamos a conocer la verdad”, le dijo Cristina a los jefes comunales en una cena el martes en Escobar.
En las PASO del 13 de agosto, el kirchnerismo cuestionó el resultado y expuso a Cambiemos como el gobierno con el que, por primera vez desde el regreso de la democracia, el resultado del escrutinio provisorio dio ganador a un candidato distinto al que posteriormente proclamó la Justicia.
A pesar de que el escenario no es el mismo, que la elección ajustada quedó atrás y todos las encuestas muestran un triunfo holgado de Esteban Bullrich, Cristina continúa convencida de que Cambiemos alteraría el resultado a través del software que se utiliza para el conteo de los sufragios. Para la ex presidenta, no importa si son 6 o 2 puntos de diferencia, quiere llevar la discusión por los votos a cada una de las mesas habilitadas.
Los intendentes le plantearon que, quien debe habilitar la apertura de urnas, es el juez Juan Manuel Culotta, a cargo del juzgado Federal Nº 1 de La Plata, quien fue nombrado en el gobierno de Mauricio Macri. “Llevaremos la discusión a la Cámara Nacional”, respondió Cristina.
Los jefes comunales están dispuestos a pedir la apertura de urnas. No sólo por la inquietud que les transmitió su candidata, sino también porque en octubre un voto puede modificar la tranquilidad de tener quórum en los Concejos Deliberantes. En las reuniones de campaña, los dirigentes peronistas repasaron los resultados y coincidieron con la ex presidenta sobre las irregularidades en el escrutinio provisorio. Uno de los casos que se detallaron es el de Esteban Echeverría, en donde ninguna de las certificaciones (certificado de escrutinio, acta, telegrama, escrutinio provisorio y conteo judicial) que utilizan para controlar los votos, dieron el mismo resultado.
Si bien las miradas del kirchnerismo apuntan contra la tecnología utilizada en el Correo el día de la elección, los intendentes intensificarán las tareas de fiscalización, sobre todo en distritos gobernados por Cambiemos, en donde se va a poner especial atención en los agentes de Gendarmería. En las PASO, a los jefes locales les llegaban videos de sus punteros en los que agentes de esta fuerza buscaban controlar el conteo de votos en las escuelas junto al presidente de mesa, tarea que no está permitida.
Aún con un resultado adverso y después de pelear los votos, Cristina ya les avisó a los intendentes que “los que vamos a seguir haciendo política, tenemos que trabajar para adelante”. Lejos de dar un paso al costado, le escucharon decir que “con el nivel de endeudamiento y el rumbo que Macri le está dando a la economía esto no termina bien”. Y se mostró segura de que para ese entonces, ella volverá a ser una opción.
