El ingreso del presidente Mauricio Macri a la Clínica de Olivos para someterse a una arteriografía a modo de precaución se suma a la lista de episodios de salud llamativos en los que se vio involucrado desde principio de año.
El más reciente se remite a principios de este año cuando el jefe de Estado se fisuró el arco posterior de la décima costilla al sufrir un accidente doméstico en la quinta "Los Abrojos".
En aquella ocasión, según habían explicado fuentes oficiales, Macri se accidentó cuando jugaba con su hija Antonia, perdió el equilibrio y cayó haciendo peso sobre un costado del cuerpo provocándole la fisura de una costilla.
Tras el accidente, el Presidente fue derivado a una institución médica de la zona donde se constató la lesión y se le indicó el uso de una faja y tratamiento sintomático con control evolutivo. Luego, tuvo que hacer reposo en su domicilio.
También en enero, Macri ingresó a la Clínica Favaloro para realizarse “controles aeróbicos rutinarios” para evaluar su estado de salud. Según informó prensa de Presidencia en su momento, los controles eran por “la habitual actividad deportiva que realiza en su tiempo libre”.
También, insistieron que “el jefe de Estado hace anualmente estos controles que consisten, entre otros, en actividad sobre una cinta durante los cuales se evalúan respuestas físicas y cardíacas”.
Un mes después, el Presidente regresó a la clínica nuevamente. Esta vez, en un comunicado de la Secretaría de Comunicación Pública, se detalló que "concurrió al centro médico de la Fundación Favaloro, y se realizó estudios funcionales respiratorios que no fueron hechos en su primer chequeo de enero”.