POLITICA
CONTRATOS FERROVIARIOS

China se quejó por un ‘intermediario’ de Jaime y De Vido

La gestión del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime es una caja de Pandora. El documento al que accedió PERFIL.

Negocios. El empresario Bechis (recuadro) encabeza la firma Moore Stephen Global Link pero se mostraba como representante del gobierno argentino.
| Cedoc

La gestión del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime es una caja de Pandora. Y no se trataba de un caso aislado en el Gobierno, era una pieza del sistema orquestado desde la presidencia de Néstor Kirchner y el Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido desde 2003. Un sistema que no para de sorprender y que ahora muestra implicancias internacionales. PERFIL accedió a una carta oficial enviada por Zhou Yuejin, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Shanghai, en la que se queja de los métodos del gobierno argentino para hacer negocios y pide que aparten a un “intermediario” por considerar “ilegales” sus gestiones. El titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, definió a ese intermediario como un supuesto “testaferro”.

Se trata del ingeniero Enrique Bechis, CEO de la empresa Moore Stephens Global Link. Bechis era “asesor del Ministerio de Planificiación desde Shanghai” y actuaba como intermediario “sin mandato ni autorización legal” en nombre del Estado argentino, según un informe de la AGN. ¿Qué función cumplía para el ministerio de De Vido en China?

La misiva de Zhou Yuejin está dirigida a Jaime y fechada el 20 de noviembre de 2006, pero nunca se había dado a conocer hasta ahora. Dos semanas antes, el 3 de noviembre de ese año, Bechis había tenido una audiencia con Roberto Baratta, subsecretario de la cartera de De Vido y uno de sus hombres de mayor confianza. Así quedó asentado en el registro de audiencias del Ejecutivo. Mientras se cerraba el acuerdo con China, Bechis tuvo otras cinco audiencias con Jaime entre 2005 y 2006, siempre en relación con “inversiones chinas”.

La carta estaba en poder de la Subsecretaría de Transporte Ferroviario y de la AGN, un organismo de control que iba a dar a conocer sus detalles en mayo. Pero los cuatro oficialistas que integran el organismo se impusieron y evitaron que la carta saliera a la luz.

En 2005 y 2006, el Gobierno estaba en medio de las negociaciones para adquirir 24 locomotoras y 160 coches para la ex línea San Martín a la firma China South Locomotive and Rolling Industry (CSR). En representación del empresariado chino, Zhou Yuejin escribió a Jaime: “Ya estamos ejecutando el contrato aunque este contrato está todavía por hacerse efectivo (...) Sin duda, las comunicaciones plenas y oportunas son indispensables”. 

“Antes de la firma del contrato comercial, ambas partes se comunicaban mutuamente a través del señor Bechis de la empresa Moore Stephens Global Link. El señor Bechis nos expresó varias veces que él no quería que nosotros nos contactemos directamente con el Ministerio de Planificación Federal, sino a través de él. Como no hemos logrado sus instrucciones directas sobre este tema y por la consideración de estimar al señor Bechis, actuamos conforme a sus requisitos”, escribió el ejecutivo. “En el momento en el que nos encontramos, no sería factible desde el punto de vista legal mantener el contacto con el Ministerio de Planificación a través de la empresa Moore Stephens Global Link. El señor Bechis nos expresó sus entendimientos y nos dijo que en el momento oportuno, él nos informaría la persona de contacto conveniente de la parte argentina”, agregó Zhou Yuejin, y pidió evitar “malas comprensiones innecesarias”.

PERFIL intentó contactarse con Bechis, su socio Roberto Cox, su empresa y sus abogados, pero nunca recibió respuesta. Nadie en el Gobierno quiso explicar ante la AGN el rol de este intermediario en los negocios con China.