Massuch, la empresa que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, había intervenido en mayo del año pasado para rebautizarla como Papelera Quilmes, presentó quiebra y quedó lista para ser uno de los bienes a liquidar para pagar a los acreedores, publicó Clarín esta mañana.
Los números de la empresa venían en baja. Con 500 operarios empleados, venía hasta este lunes trabajando a media máquina con una producción de 1.600 toneladas mensuales de bobinas de papel. Esta historia se remonta a 2009 cuando su dueño , Héctor Massuh, dejó de pagar los sueldos y Moreno llegó para intervenirla tras seis meses de parálisis bajo la figura de un alquiler a Massuh. De acuerdo al matutino, para no perder dinero la empresa necesitaba vender ahora 3 mil toneleadas por mes.
El acuerdo para sostener la compañía nació de un fideicomiso del Banco Nación y al mando de Moreno, designado director ejecutivo durante dos meses. Los acreedores adeudados, informó Clarín, son conocidos: los bancos Provincia, Ciudad, Nación y el Fisco aunque la empresa también debe millones de dólares a un fondo de inversión canadiense y el propio gasto del concurso.
"La situación es tensa. Estamos en total desacuerdo con el cierre de la planta, no lo comprendemos y no era necesario", dijo Guillermo Robledo, secretario de Producción de Quilmes. "La Justicia acababa de liberar la fábrica de San Luis, lo que nos redujo de golpe la carga salarial de dos millones de pesos por mes a un millón de pesos. Con esa reducción y un plan bien orientado, la fábrica es perfectamente viable".