Ejecutivos del Grupo Clarín comenzaron a visitar a senadores de la oposición y los “aliados circunstanciales” del Gobierno con un PowerPoint de más de 60 páginas bajo el brazo que contiene cifras que relativizan la posición dominante o el mote de “monopolio” que impuso el discurso oficial. Aunque en el grupo se evalúa que la batalla legislativa está perdida, los ejecutivos cumplen con sus visitas mientras se prepara otro frente, el judicial, con el que esperan reducir pérdidas o al menos dilatar el proceso de venta de activos al que deberá someterse de aprobarse el proyecto oficial de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Tanto el departamento de Legales del grupo, como su estudio jurídico histórico, Sáenz Valiente, se encuentran delineando la estrategia para golpear al proyecto oficial cuando se transforme en ley.
Los objetivos sobre los que se centrará el cañoneo serán la supuesta vulneración de derechos adquiridos que plantea el artículo que obliga a los multimedios de desprenderse de activos y licencias para adecuarse a la nueva norma; y la inconstitucionalidad de la ley.
Para ello, el grupo contrató los servicios del reconocido constitucionalista Gregorio Badeni y no se descartan otras incorporaciones.
De prosperar sus presentaciones, los abogados del grupo esperan reducir pérdidas o al menos ganar algunos años para someterse a las desinversiones que le impondrá la ley en caso de ser aprobada.
Clarín deberá desprenderse de Canal 13, si se concentra en el negocio del cable, y además reducir Cablevisión para no acaparar más de 35% de los abonados totales (hoy tiene 49%), de aprobarse el proyecto oficial. También deberá desprenderse de sus señales nacionales, como TN, Magazine, Metro y Volver, o quedarse con una de ellas para convertirla en un canal local.
Lea la nota completa en la edición de hoy del Diario Perfil.